El desarrollo de un vehículo es un proceso muy largo que suele implicar años de investigación, además de cientos de pruebas dinámicas, para asegurar que todos los sistemas funcionan de manera satisfactoria. Especialmente importante es el capítulo de seguridad. En Mercedes lo saben bien, no en vano fueron los primeros en realizar crash-test – antes que Volvo – y los primeros en implementar en coches de producción los airbag, el ABS o controles de tracción (TCS) y estabilidad (ESP).
Testar estos sistemas de seguridad implicaba probadores muy valientes, que en algunos casos hacían incluso de dummies de carne y hueso en pruebas de choque. Las pruebas de modernos sistemas de seguridad activa pueden ser peligrosas – nos remitimos al error (sin consecuencias) del City Safety del Volvo S60 – para los probadores humanos: imaginad intentar provocar fallos a un sistema de control de crucero adaptativo, a un asistente de punto muerto o a un sistema de frenada de emergencia.
Como es lógico, esto es peligroso para los probadores, así que Mercedes empieza a usar robots en su centro de pruebas en Sindelfingen. Además de evitar posibles daños físicos a los pilotos de pruebas, aseguran una constancia en las pruebas imposible de conseguir con un input humano. Comparar pruebas efectuadas bajo los mismos criterios permite un desarrollo más rápido, eficiente y barato de estos sistemas. El vídeo publicado por Mercedes-benz-tv lo explica mucho más gráficamente.
Como habéis visto, las trayectorias de los dos vehículos de prueba se cruzan a gran velocidad, a menos de un metro de distancia. Incluso para un probador experimentado esto puede significar un accidente muy grave. También se usa para probar situaciones en las que un airbag no debería activarse, por ejemplo cuando el Mercedes Clase S salta por una pequeña rampa. Una máquina no sufre, pero un conductor podría tener lesiones de importancia en la columna vertebral según la gravedad del impacto.
¿Cómo funcionan estos coches? Se precarga en un ordenador información precisa sobre la ruta que deben seguir, y un conductor robotizado – materializado en diferentes actuadores robóticos para dirección y pedalier – sigue sus instrucciones, comunicándose por GPS y conexión de radio con el equipo técnico. Es un procedimiento seguro, que se puede repetir todas las veces que haga falta y que permite una puesta a punto impecable. Mercedes ya hoy las técnicas del futuro de desarrollo de coches.
Vía: Mercedes
En Diariomotor: El inoportuno fallo del sistema de precolisión del Volvo S60 | Las pruebas de frenado de “Auto, Motor und Sport”