Sábado por la noche. Madrid. La capital rebosa de actividad después de acoger un evento de importancia internacional, la final de la Champions League de fútbol. Después de una noche de fiesta regreso a casa en taxi. El conductor me sugiere un rodeo que acepto, es algo lógico dada la congestión del tráfico a esas horas, se excusa el taxista, que además me comunica su cansancio después de una larga noche realizando servicios con turistas alemanes e italianos. Precisamente éstos últimos, según un informe de la OCU, son los más vulnerables a recibir la estafa y la irregularidad.
Como es lógico, el sector del taxi muestra su indignación. En todas las casas hay manzanas podridas, pero no por ello va a estar en mal estado todo el frutero, y el informe de la mencionada organización de consumidores es suficientemente clarificador. De 193 carreras de muestreo realizadas en diferentes ciudades españolas, sólo 3 fueron perfectas, y en 21 casos se produjo un rodeo injustificado y a todas luces abusivo. También comprobaron que en 46 de las carreras la tarifa no era visible, por suerte estos casos son minoritarios, pero en cualquier caso suficientemente graves.
Está claro que el turista extranjero es el más vulnerable ante estos abusos, especialmente aquellos que solicitan trayectos medios y largos desde aeropuertos o estaciones de tren y autobús. La presencia de taxistas sin escrúpulos es algo que daña tanto la imagen del gremio en España y fuera de aquí como el propio hecho de la publicación de este informe que tanto ha dolido en el sector.
Precisamente hace unos días en unos informativos de televisión hicieron la prueba fingiendo ser turistas anglosajones, mostrando como un taxista poco honrado “mareaba” a sus clientes haciendo un trayecto con el doble de kilómetros de lo habitual. También mostraron la otra cara de la moneda, el taxista honrado que realiza el servicio correctamente y reconoce que algunos compañeros no hacen como deberían su trabajo.
En fin, el cliente siempre debe exigir que la tarifa sea visible, siempre que sea posible tener clara la ruta por la que quiere ir y solicitar el correspondiente recibo que será la única forma de tramitar a posteriori las reclamaciones pertinentes. Más allá de todo esto, ¿creéis que son honrados los taxistas españoles?
Vía: El País
Fotografías: Diariomotor – Sergio Álvarez
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