Si le preguntas a cualquier conocido cuándo condujo un coche por primera vez probablemente te dirá que algún familiar muy cercano le enseñó a hacerlo cuando tenía muy pocos años, probablemente en el coche familiar por algún polígono o directamente por el pueblo.
Es tradición que se enseñe a los más jóvenes a tener un primer contacto con el automóvil antes de que tengan la edad mínima para sacarse oficialmente el carné de conducir. Todos sabemos que permitir que un menor conduzca un turismo sin pertenecer a la autoescuela es un hecho penado por la ley y, sin embargo, existe algún caso en que no es así.
El caso en cuestión: un padre decidió dar a su hija una clase de conducción por un polígono industrial de Son Bugadelles (Calvià) cuando un agente de la Policía Local les dio el alto y les denunció. La Fiscalía estableció que existía un delito contra la seguridad del tráfico e imputaba tres meses de prisión a la hija por conducir sin carné y al padre por cooperador necesario.
Fueron absueltos y posteriormente la Fiscalía recurrió la sentencia. En el último juicio el magistrado correspondiente entendió que ambos imputados habían buscado las mejores condiciones para evitar daños a terceros (una calle sin edificios, a las 21 horas de un mes de agosto, etc) y por tanto no existía tal delito contra la seguridad vial.
Aquí queda claro un hecho: aunque la ley hable de forma genérica del “delito contra la seguridad vial” éste debe comprobarse según el entorno y las circunstancias. No es lo mismo que la chica en cuestión condujera su coche por la Gran Vía de Madrid que en el citado polígono, el peligro y los afectados no son los mismos. Algo similar lo vimos con el caso del A8 cazado a 260 km/h.
Desde luego sería mejor elegir una zona alejada de cualquiera autoridad por mucho que este caso nos demuestre que, si no existe peligro para el resto de los viandantes y ocupantes de las vías de tráfico, no debería haber ningún problema. Y desde luego, si se va a enseñar a conducir de esta forma, será mejor buscar un sitio lo más apartado y tranquilo posible.
¿Y qué ocurre a partir de aquí? Sinceramente creo que nada. Se va a seguir enseñando a conducir de forma temprana de la misma manera aunque quizás el adulto que acompañe al menor en cuestión abra más los ojos para evitar tener algún desencuentro con las autoridades.
Vía: ultimahora
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