Porsche nos recuerda por qué Le Mans es su feudo desde hace 40 años

Si hay una marca con tradición en competición, por encima de todas, es Porsche. Con decenas de miles de victorias reconocidas en carreras oficiales, a lo largo de los años se ha labrado una reputación inquebrantable en circuitos de todo el mundo. Quizá uno de los logros más impresionantes haya sido el trono absoluto de las 24 Horas de Le Mans en 16 ocasiones. Ya que las 24 Horas de Le Mans comienzan en apenas unas horas, qué mejor momento para recordar algunas victorias de Porsche. La primera de ellas tuvo lugar en 1970, aunque Porsche llevaba compitiendo en Le Sarthe desde 1951.

Victorias en clases inferiores y multitud de podios gracias a su combinación de bajos pesos y motores potentes. En los años 60 la competencia era muy seria, con la presencia de muchas marcas americanas. Los Ford GT40 habían sido un bicho bastante molesto en el palmarés de los de Stuttgart, y en 1969 la victoria se le escapó a un Porsche 908 por sólo 75 metros. El primer puesto fue para el Ford GT40 de Jacky Ickx. Quizá el problema era el coche, pero el remedio fue muy claro: en 1970 se estrenaron los entonces nuevos 917, considerado el mejor coche de carreras de la historia.

En su desarrollo intervino Ferdinand Piëch (actual consejero del Grupo Volkswagen), que fue uno de los encargados de crear un doce cilindros bóxer que mediante la turbocompresión desarrollaba 580 CV a 8.500 rpm con una cilindrada de 4.5 litros. Con un peso de poco más de 800 kg y una altura que no llegaba al metro – aunque no lo parezca algunas versiones no llegaban a los 4 metros de largo – era capaz de superar los 400 km/h en la gigantesca recta de Hunaudieres. Era posible entonces, hoy en día hay dos chicanes que rompen una recta en la que el pie derecho iba siempre a fondo.

El Porsche 917 KH de Hans Herrmann y Richard Attwood fue el que más distancia recorrió al caer la bandera, nada menos que 343 vueltas o 4.607,11 km. En segundo lugar, el Porsche 917 LH de Gerard Larrousse and Willy Kauhsen con los colores de Martini Racing. En tercer lugar el Porsche 908/02 de Rudi Lins y Helmut Marko, un triplete histórico que dió pie al dominio de Le Mans por parte de Porsche durante décadas. En 1971, un 917 estableció el récord absoluto de distancia en un Le Mans sin apenas chicanes, aún en día vigente con 397 vueltas y 5.335,31 km.

Porsche nos recuerda por qué Le Mans es su feudo desde hace 40 años

Aún a un coste económico muy alto, era la fabricación de coches de calle la que apoyaba un programa de competición exitoso. Los años 70 y 80 vieron el dominio de los Porsche 936 y 956, con victorias del 962 hasta entrados los 90, cuando dieron paso al 996 GT1. La última victoria absoluta ocurrió en 1998 con citados 996, desde entonces Porsche se ha dedicado al apoyo de equipos privados, y entrando como fabricante en las categorías LMP2 – con el Porsche RS Spyder – y GT3, con los fantásticos GT3 RSR y más recientemente los GT3 R Hybrid, estrenado en Nürburgring.