En el Festival de Goodwood se ven muchas cosas. Se ven deportivos, modelos recién presentados, clásicos, preparaciones únicas y luego alguna que otra oda a la desproporción como éste Austin Mini clásico, que probablemente podrá presumir de cargar a sus espaldas el motor más grande y potente que jamás haya visto un Mini. No exageramos.
11 toneladas de motor, en un monstruoso V18 diésel con una cilindrada de 78 litros y 12 turbocompresores que desarrollan 3.500 CV y 14.000 Nm. Más allá de lo sorprendente que nos pueda resultar, este motor desarrollado por la empresa Cummins se emplea habitualmente en volquetes dedicados a la minería que son capaces de transportar más de 360 toneladas, lo cual no es el caso, ya que sin motor un Mini de la época pesaría poco más de 500 kg.
No hay demasiados detalles al respecto, pero siento decepcionaros y deciros que a la vista está que este Mini de 3.500 CV es incapaz de moverse por sus propios medios, de hecho con esos neumáticos es poco factible que se pudieran mover 11 toneladas de “Mini”. No habrá salidas a fondo con 3.500 CV bajo el acelerador, ni burnouts, ni nada por el estilo, pero al menos parece que el marco que han escogido los creadores de este motor es suficientemente atractivo como para captar todas las miradas los próximos días en Goodwood.
El responsable de comunicación de Cummins cuenta como en un momento dado se propusieron el reto de dotar uno de los coches más pequeños y más emblemáticos para el Reino Unido con uno de sus motores más grandes y bestias. Eso sí, para adaptarlo tuvieron que echar mano de la imaginación, por que 78 litros de V18 no caben en cualquier sitio…
Vía: Newspress
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