Un día triste para la venenosa víbora de Detroit. Aunque se lleva produciendo desde 1992 – con interrupciones – esta es la primera vez que el Viper deja de producirse sin que exista un proyecto para un sucesor. Quizá un superdeportivo con “motor de camión” no tenga sentido en la nueva Chrysler, propiedad del Grupo Fiat. O más bien no por chocar con los productos de Ferrari, sino porque no es un producto políticamente muy incorrecto en un país que acaba de adoptar restrictivas normativas de emisiones y consumos para todos los automóviles.
Hay rumores de que volvera a nacer una quinta generación – cuyo desarrollo sirvió de base para el fantástico Mercedes SLS AMG – pero no son más que rumores a estas alturas, recordemos que aunque el Grupo Chrysler ya no produce pérdidas no es que le sobre el dinero. Sea como sea, lo que os queríamos mostrar es la última unidad del actual Dodge Viper SRT10, saliendo de la línea de producción en la fábrica de Conner Avenue, en Detroit. Esta fábrica sólo producía el Viper, de manera artesanal, y lo más posible es que sea cerrada tras este cese de producción.
La compradora ha sido D’Ann Rauh, que junto a su marido Wayne poseen la colección personal de Viper más grande del mundo, con unas 40 unidades. No es un Viper cualquiera, sino que lleva una pintura especial de House of Kolor, un interior de cuero montado artesanalmente por Tony Spampinito, del especialista tapicero Venzano. Unas llantas oscuras completan a este coupé. Como siempre comentamos, en sus entrañas late un impresionante motor 8.4 V10 atmosférico capaz de entregar 600 CV y acelerarlo hasta los 100 km/h en sólo 3.5 segundos. Brutal se mire como se mire.
Así termina la historia actual de uno de los deportivos más icónicos de Estados Unidos, esperemos que sólo sea una pausa, y las víboras vuelvan a sisear en Detroit.
Vía: Carscoop
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