Elegancia italiana y estilo. De eso tiene un rato y derrocha el Lancia Delta, un vehículo difícil de encasillar que bien podríamos situar a medio camino entre un compacto grande y un monovolumen, aunque hilando fino podríamos decir que este modelo, por su enfoque, tiene la vocación de competir en ciertos aspectos con algunas berlinas premium. Nosotros le hemos metido mano a un Lancia Delta 1.9 Twinturbo Multijet (190 CV) con acabado Executive.
Con ese nombre, es difícil que nos olvidemos del pasado y el legado de la saga Delta y sobretodo que tratemos de rememorar los aspectos más agradables y deportivos del compacto de antaño. Compararlos hoy en día es todo un error, sin entrar en las odiosas comparaciones, ni mejor ni peor, el nuevo Lancia Delta es diferente, definitivamente es un vehículo pensado para el confort y la elegancia.
¿Por qué un compacto?
La pregunta del millón es por qué Lancia diseñó este compacto, que a priori no tiene un rival claro, ya que pretende situarse un poquito por encima de los compactos tradicionales y no se aproxima ni por dimensiones ni por espacio a los monovolúmenes. Desde la primera línea de esta prueba hablé de estilo y elegancia. Si bien es cierto que su diseño tiene defensores y detractores a partes iguales, hay que decir que el destino del Lancia Delta es el de situarse como un vehículo sobrio pero a la vez confortable y elegante.
Por su espacio y sus dimensiones se podría definir como un compacto grande, o una aventura similar a la iniciada por el Seat Toledo. La elección de una carrocería compacta garantiza un habitáculo realmente alto y un espacio para las piernas en las plazas traseras superior, en ese aspecto supera a cualquier berlina y prácticamente también a la mayoría de compactos, pero en el resto de cotas (anchura o amplitud del maletero) la diferencia con una berlina media es casi inexistente.
Puesto de conducción
Nos acomodamos en el confortable asiento tapizado en piel del puesto del conductor. La oscilación en la altura de la base del asiento nos puede permitir situarnos desde una posición muy baja a una posición bastante alta, por encima de lo que permiten habitualmente otros compactos. Además el voladizo delantero al ser tan corto nos permite tener un control mayor sobre lo que sucede por ahí delante.
La sensación de espacio es similar a la que apreciamos en un monovolumen, básicamente por la altura y las proporciones compactas de la carrocería. Es una alternativa muy interesante para aquellos que habitualmente recurren a un monovolumen o un SUV compacto por su puesto de conducción elevado y la sensación de dominio de la carretera que proporciona.
Plazas traseras
El Lancia Delta está homologado y preparado para albergar cinco pasajeros, es más, dispone de asiento central con reposacabezas regulable. El problema está en que el bloque de asientos trasero ha sido pensado realmente para dos pasajeros y existe un abultamiento en la base del asiento central que hace que la altura de éste respecto al techo sea escasa, unido a la dureza de la bandeja abatible que tiene en el respaldo provoca que esta quinta plaza sea demasiado incómoda.
Además la base del bloque de asientos traseros está situado a una altura superior a la de la mayoría de compactos y berlinas y también monovolúmenes. Una persona de una altura inferior a 1.60 metros que se apoye completamente sobre el respaldo notará como las piernas le quedan colgando y no llega al suelo. Esto se traduce en una ventaja importante para pasajeros altos, que viajarán con mucho confort y con mayor espacio para las piernas, y también puede resultar incómodo a pasajeros de poca estatura.
Calidad de acabados
Nuestra unidad de pruebas equipaba el acabado Executive, el más alto de la gama y se puede decir sin ningún rubor que la calidad de los materiales y los ajustes es sólo comparable al de las mejores berlinas premium, en muchos aspectos incluso lo supera. Hablamos de unos tapizados de piel Poltrona Frau dignos del más exigente sibarita. Tanto visualmente como al tacto son excelentes.
Siempre me pareció que combinar piel clara con piel oscura en un mismo coche es todo un acierto, como comprobaréis en las fotografías este Lancia Delta corrobora mis palabras. Tanto los asientos, como los paneles de las puertas y el frontal del salpicadero están recubiertos de piel, y en general rebosa una calidad que como poco encontraremos en vehículos situados en segmentos superiores.
Techo acristalado
Hay que decir que el Lancia Delta gana mucho con el techo panorámico acristalado dividido en dos piezas. Sobra decir que hubiera sido mucho mejor un techo completo de una única pieza, pero en cualquier caso resulta más que suficiente para dar al habitáculo ese toque de luminosidad que siempre viene bien en un coche así.
Espacio de carga y maletero
La única ventaja evidente de contar con una carrocería compacta es la presencia del portón trasero, que siempre permite cargar objetos de mayor volumen al disponer de una boca de carga muy amplia. Pero la realidad es que su volumen de carga útil de 380 litros es similar o inferior al de cualquier otro compacto del mercado. La fila de asientos trasera pueda desplazarse ligeramente hacia delante, restando algo de espacio en el habitáculo y aumentando el volumen de carga hasta los 465 litros.
Mañana os ofreceremos la segunda parte de la prueba, estad atentos.
- Lancia Delta 1.9 Multijet Twin Turbo a prueba (II)
- Lancia Delta 1.9 Multijet Twin Turbo, a prueba (III)
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