El Lotus Esprit podría estar de vuelta en pocas semanas. Así de sopetón nos acabamos de enterar, tras leer la enigmática nota de prensa que Lotus acaba de publicar. Toda la información gira en torno al lejano año 1975: el año en el que se destapó el escándalo Watergate en el gobierno de Richard Nixon, el ascenso al poder de Margaret Thatcher, el invento de la cuchilla de afeitar desechable o el año en el que nació David Beckham. Y el año en el que por primera vez, fue oficialmente presentado en el Salón de París el Lotus Esprit, el primer superdeportivo producido por Lotus.
Los tiros van en dicha dirección, pero no nos dicen qué nos vamos a encontrar en los stands de París. El enigma continúa: “¿Un nuevo Esprit? ¿O quizá no? ¿O quizá algo mejor? Soís libres de especular, no os podemos contar nada pero os aseguramos que la espera merecerá la pena.”. Es toda la información que tenemos, que por mi parte empieza a ponerme los dientes largos, mientras que mi mente comienza a especular de forma salvaje. Especulando, pero con el fundamento de fotos espía y las últimas informaciones recogidas por magazines como AutoExpress.
Hace pocas semanas, unas imágenes espía de un Elise con pasos de rueda ensanchados afloraron a Internet. Se habló de que podría tratarse de un Elise con motor de seis cilindros, o incluso de seis cilindros sobrealimentados. ¿Será esta la sorpresa de Lotus? Es posible, pero las referencias al Esprit son demasiado claras. En su día se espiaron prototipos pesadamente camuflados, mulas de pruebas hablando con propiedad. Recientes filtraciones a AutoExpress hablan del lanzamiento de un superdeportivo para luchar codo con codo contra Porsche y Ferrari.
Unos supuestos informes filtrados hablan de un superdeportivo de motor central con 500 CV de potencia, extraidos de un motor V8 de origen BMW, o incluso el V10 del Lexus LFA. Hablamos de un coche que costaría más de 100.000€, tendría un equipamiento lujoso y aunque fuese razonablemente ligero se alejaría de la filosofía inicial de Colin Chapman. No deberíamos sorprendernos, además de ser una tendencia actual y salvando tres décadas, es la filosofía del Lotus Esprit original. En su día, era todo un antagonista de los Ferrari y demás maquinaria italiana de motor central-trasero.
Por hacer un poco de memoria, el Esprit fue presentado en 1975 y se puso a la venta en 1976 con un motor de dos litros y 160 CV de potencia, una base Ford muy modificada por Lotus. Con menos de 1.000 kg de peso aceleraba de 0 a 100 km/h en unos siete segundos y superaba los 220 km/h. Los cambios interesantes llegaban en los años 80’, con el lanzamiento del Esprit Turbo, dotado de un cuatro cilindros turboalimentado hasta los 218 CV en el Esprit Turbo HC de 1986. Ya tardaba poco más de cinco segundos en hacer el centenar de km/h y superaba los 250 km/h.
Su diseño afilado evolucionaba con varios lavados de cara, pero el más interesante ocurrió en 1994, con el lanzamiento del Esprit S4 rediseñado por Julian Thompson. El protagonista de este superdeportivo actualizado era ya un nuevo motor 3.5 V8 twin-turbo diseñado por Lotus con una potencia máxima de 355 CV. Aceleraba de 0 a 100 km/h en 4.3 segundos y ya rozaba los 300 km/h de punta. Su peso había aumentado hasta los 1.300 kg, y continuó produciéndose hasta el año 2004, a pesar de ciertos problemas de fiabilidad se cuentan 10.675 Lotus Esprit.
¿Volverá Lotus a sorprendernos en París? Algo me dice que sí, y el corazón me dice Esprit. Espero no equivocarme en este pálpito.
Vía: Lotus | AutoExpress
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