La Volkswagen Caddy es una de las furgonetas más vendidas de Volkswagen, su tercera generación ha vendido 800.000 unidades en sólo seis años. Pero ya venía necesitando un buen cambio, así que dicho y hecho, entre nosotros ya está su cuarta generación. Aunque se denomine una nueva generación, lo correcto sería decir lavado de cara pues el chasis, aspecto general e interior son muy similares a los del modelo saliente. Un caso parecido ha ocurrido con las versiones renovadas de los nuevos Volkswagen Golf Variant y la familia Transporter.
Vayamos primero a los cambios visibles: el frontal adopta el ADN de los demás modelos Volkswagen, calandra afilada y unas bonitas ópticas. Con las nuevas Caddy sólo los Passat, Fox, Eos y Tiguan están pendientes – de manera oficial al menos – de recibir este aspecto homogéneo. El resto de la carrocería se porta a la nueva generación sin modificación alguna. En el habitáculo, la instrumentación, volante y controles de la consola central son de nueva factura, pero la configuración general pasa sin cambios a la segunda década del siglo.
Volkswagen comenta que aunque su aspecto apenas se vea alterado se han empleado materiales de más calidad en el habitáculo. Saliendo de la zona del diseño, uno de los cambios que me aprecen de lo más acertado es la inclusión de serie de ESP y luces diurnas en toda la gama y sin sobrecoste adicional. También de serie en todas las Caddy que equipen segunda fila de asientos, es la posibilidad de extraerla al completo para ganar espacio de carga. En una Caddy estándar obtenemos 3.030 litros de maletero aprovechable, 3.880 en las enormes Caddy Maxi.
La flexibilidad interior será uno de los puntos fuertes de las nuevas Caddy, que también pueden montar una tercera fila de asientos en todas sus versiones (de serie en los modelos Maxi). Los profesionales dispondrán de una versión básica con paneles metálicos en lugar de cristales traseros y habitáculo biplaza para que todo el espacio quede consumado a la carga. Por primera vez y en opción, los dueños de las Caddy comerciales podrán suprimir el asiento del acompañante, obteniendo 4.700 litros totales de capacidad si hablamos de una Caddy Maxi.
En cuanto a niveles de acabado estarán disponibles en las Caddy de pasajeros los Startline, Trendline y Comfortiline, el tope de gama. Basada en la Caddy Maxi se ofrecerá la Caddy Tramper, destinada a los más aventureros, que la usarán como base de acampada en los largos viajes. Las mayores novedades de la Caddy, están en mi opinión en la gama de motores, que recibe una renovación completa en todos los frentes e incluso gana motorizaciones de gasolina y la opción de equipar cambio de marchas DSG de siete relaciones con algunos propulsores.
En gasolina tenemos disponibles dos 1.2 TSI, con 86 CV y 105 CV respectivamente. Los consumos de este pequeño turbo de gran par son de 6.6 l/100 km, equivalentes a 154 g/km de emisiones de dióxido de carbono. En opción hay un 2.0 atmosférico capaz de funcionar con GNC (gas natural comprimido), con 109 CV de potencia. En diésel, habrá dos 1.6 TDI con 75 CV y 102 CV. La versión de 102 CV podrá asociarse a una caja de cambios DSG de siete relaciones. El tope de gama será un 2.0 TDI de 140 CV, también acoplable a una caja DSG de seis relaciones.
La versión más respetuosa con el medio ambiente de la gama Caddy será la 1.6 TDI BlueMotion Technology. Mediante la frenada regenerativa y el uso del sistema Stop&Start, su consumo se reduce hasta los 4.9 l/100 km, equivalente a unas emisiones de CO2 de 129 g/km. La autonomía teórica de esta versión es de 1.176 km. Todos los motores diésel emplean tecnología common-rail, los gasolina todos llevan inyección directa y turboalimentación, con la excepción del 2.0 CNG, destinado a otros usos.
Los precios parten de 13.595€ para la versión comercial y 14.205€ para la versión Startline destinada a pasajeros. Se pone a la venta en Alemania en septiembre.
Volkswagen Caddy 2010
Vía: Volkswagen
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