Acordaos de este nombre: SR590 Trafistar. Tras un seudónimo más propio de la ciencia ficción, se trata de un dispositivo que ya se prueba en Suiza y que cuando comience a implantarse en las carreteras se convertirá en la herramienta más efectiva para captar infracciones de tráfico de todo tipo, dejando anticuados a los actuales Autovelox, Multanova, etc… De hecho su tecnología se basa en sensores y radares de alta precisión como los utilizados en aviación.
Una de las razones por las que el SR590 Trafistar es tan temido es el hecho de que a diferencia de los radares actuales no sólo es capaz de detectar una infracción por exceso de velocidad, sino que también puede captar simultáneamente a vehículos saltándose semáforos o stop, rebasar líneas continuas, adelantamientos indebidos, utilización inapropiada del carril bus o bus-VAO, incumplir distancias de seguridad… Su tecnología le permite además controlar a la vez cuatro carriles y seguir la trayectoria de hasta 22 vehículos diferentes.
Tras sus primeras pruebas en la ciudad de Ginebra, Suiza y Francia comenzarán a instalar estos radares implacables este mismo año, de hecho los galos pretenden tener más de 100 en sus carreteras para el año 2012. Tal y como sucede en España, la legislación francesa obliga a advertir de la colocación de estos dispositivos por lo que todos ellos estarán señalizados por un panel que se situará entre 1 y 2 km antes de llegar al “super radar”.
No dudéis en que si la experiencia tiene éxito en el país vecino, muy pronto a la DGT se le ocurrirá pedir un encargo de estos radares. Las organizaciones de automovilistas no sé que opinarán al respecto. Bien está que en algún tramo peligroso se intente obligar al conductor al levantar el pie del acelerador mediante un radar, o se evite que se salten semáforos en lugares conflictivos en los que ya ha habido atropellos, pero ¿de qué manera se podría justificar que algo así no tiene afán recaudatorio?
Vía: Le Figaro | Le Parisien | Menéame
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