¿Se acuerdan de la historia de la mula de pruebas del BMW X3 que causó una alarma de bomba en Nueva York? La historia, aunque descafeinada, se ha repetido recientemente con un Mini Countryman. El susodicho se encontraba de pruebas en la zona del Valle de la Muerte cuando a sus ingenieros se les ocurrió aparcar en un casino de Las Vegas y hacer un pequeño alto en el camino.
Según el lector de Jalopnik que descubrió la escena y tomó estas fotografías, el Mini Countryman levantó las sospechas del personal de seguridad que no entendieron bien esas matrículas europeas con las siglas DE y la M de Munich, que jamás habrían visto en su vida un Mini tan grande y que como profanos en la materia debieron asustarse un poco al ver el cableado y todos los dispositivos que llevaba a bordo y que se utilizan para el trabajo de pruebas en marcha, claro que eso ellos no lo sabían.
Además de los cables y sensores típicos de una mula de pruebas, aún más sospechoso les resultarían unas pequeñas neveras que iban en las plazas traseras, suponemos que para llevar agua fresca para los ingenieros en sus intensas pruebas por el desierto o incluso para lastrarlo con peso, y que según los testigos tenía una escritura aparentemente árabe. Imaginaos la situación… y a los pobres guardias de seguridad casi temiendo por su vida.
Finalmente no encontraron mejor solución que ponerle un cepo y (por seguridad) cerrar el parking en el que se encontraba estacionado este Mini Countryman, al menos hasta que encontrasen a sus probadores que nos imaginamos que estaban pasando un buen rato en el casino. Pero ya saben, lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas.
Vía: Jalopnik
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