Ver un automóvil saltando es algo de lo más habitual en los rallys, de hecho algunas carreras como la de Suecia son famosas por la cantidad y la altura de los saltos protagonizados por los corredores. Esos segundos en que el coche se eleva, permanece levitando y cae sobre tierra firme se le harían interminables a cualquiera, por suerte son coches cuyas suspensiones están preparadas para soportar el impacto de la caida y su piloto sabe como reaccionar ante tal eventualidad. Aún así, ni ellos se libran a veces de sufrir aparatosos accidentes…
El cine y la televisión también nos “bombardeó” con los famosos saltos del Coche Fantástico o sin ir más lejos el del propio General Lee en la entradilla de la serie Dukes of Hazzard. Parece ser que hubo quien no entendió la diferencia entre ficción y realidad y se pensó que un Chevrolet Camaro SS es igual de manejable separando sus ruedas un par de palmos del asfalto que maltratando las ruedas con los 422 CV de un “big” 6.2 V8 de Detroit. Y qué demonios, cualquiera no está preparado para emular al gran Colin McRae quien en 2006 consiguió protagonizar uno de los saltos más grandes de cuantos se tiene registro recorriendo una distancia en el aire de 40.8 metros.
NOTA: vídeo casero de muy baja calidad. Lo interesante viene entre el minuto 0:45 y el 1:10
Los protagonistas de nuestra historia intentaron plasmar su hazaña en vídeo, una hazaña que consistía en saltar en un pequeño resalto de paso a nivel sin barrera con un flamante Chevrolet Camaro SS que según reza en la descripción del vídeo era alquilado. Desgraciadamente no comprendieron que lo más complicado no es despegar sino aterrizar, en un salto hay que manejar muchas variables además del hecho de acelerar a fondo en el propio resalto para despegar las ruedas del suelo.
Incluso con las cuatro ruedas sobre el asfalto una diferencia de tracción momentánea, por ejemplo un pisotón del acelerador o soltar éste en pleno apoyo, puede suponer una pérdida de control que nos lleve fuera de la carretera. Al caer de un salto no siempre las cuatro ruedas contactan a la vez con el suelo, lo normal como en éste caso es que el peso del motor desequilibre y haga que impacte de morro por no hablar de la brutalidad con que golpean las ruedas contra el asfalto y tratan de buscar tracción, independientemente de que estas vayan en movimiento o no.
El resultado estaba cantado… un Chevrolet Camaro SS menos y esperemos que no hubiera ningún herido.
Vía: Carscoop
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