El Volkswagen Fox ha sido a todas luces un estrepitoso fracaso en el mercado europeo. Concebido inicialmente para el Mercosur y otros países emergentes, la desaparición del Volkswagen Lupo hizo que la firma alemana quisiera experimentar con el Fox en Europa para rellenar el hueco de los coches urbanos. Acabados pobres y tarifas elevadas han hecho que se haya ganado merecidamente el ostracismo del público.
Sin embargo, y a la espera de que se conozca la fase final del proyecto del Volkswagen Up!, la marca aún no arroja la toalla por el Fox. La entrada en vigor de la normativa anticontaminación Euro5 obliga a VW a sustituir o eliminar el actual motor 1.2 de gasolina de 55 CV. Vistas las ventas, lo fácil sería optar por erradicar esta variante de la gama pero finalmente han decidido reemplazar ese vetusto bloque por uno más moderno.
El nuevo propulsor tiene la misma cilindrada pero su potencia aumenta hasta los 60 CV. Ya es conocido por ofrecerse en las variantes de acceso de modelos del Grupo VAG tan conocidos como el Volkswagen Polo, el Seat Ibiza o el Skoda Fabia. No sólo mejora las prestaciones sino que su consumo medio homologado disminuye de 6.0 a 5.8 l/100 km.
Por otra parte, las prestaciones son pobres, pero tampoco se necesita más para un coche de orientación claramente urbana. Acelera de 0 a 100 km/h en 15.6 segundos mientras que la velocidad máxima apenas supera los 150 km/h, concretamente 153 km/h. En mi humilde opinión, considero que Volkswagen ha perdido el tiempo a la hora de encajar este motor en el Fox. No sólo por las bajas ventas del modelo, sino por su veteranía. Hace más de cinco años que salió a la venta, y no sólo eso, sino que la versión americana recibió un lavado de cara del que no hay ni rastro en europa, algo que parece ciertamente extraño.
Vía: CarScoop
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