Sabrás que hay gente que conduce superdeportivos y les pagan por hacerlo. Quizá alguna vez te hayas preguntado cómo ser probador para una marca. ¿Te gustaría ser uno de ellos?, me lo imaginaba… A priori podrías pensar que sería más fácil ganar el Euromillón y comprarte una colección de deportivos para ti sólo; pero si estás en esa edad donde tienes que tomar una dirección u otra en tu vida profesional y te lo propones con determinación, no dudes que puedes llegar a conseguirlo.
A finales de julio conocí a un par de jóvenes ingenieros de AMG que habían trabajado en el desarrollo del Mercedes SLS AMG y que entonces se encontraban realizando tareas de optimización de dicho modelo. Uno de ellos, Arnold, con sólo 28 años, estaba llevando a cabo varios test para asegurar la calidad y el rendimiento de los motores y demás componentes del coche mediante pruebas exhaustivas. “Esto es el mejor trabajo del mundo”, me aseguraba con una gran sonrisa en la boca. Por si eso fuese poco, su sueldo está fenomenal, les pagan un plus cada vez que viajan al extranjero y, cuando lo hacen, tienen tiempo libre para hacer turismo. Pero, ¿cómo han llegado ellos hasta ahí?
Lo primero que tienes que saber: ¿en qué consiste el trabajo de un probador?
Normalmente, estos tipos se encargan de elaborar los primeros test que se efectúan a prototipos cuando se envían a carreteras abiertas y circuitos de pruebas de todo el mundo para verificar su comportamiento al ser expuestos a condiciones y climas extremos. Una vez se ha iniciado la comercialización de un nuevo modelo, continúan los test con el objetivo de asegurar la fiabilidad y durabilidad a largo plazo y ver qué componentes o aspectos pueden mejorarse en sucesivas evoluciones.
Todo vehículo debe superar una serie de pruebas exigentes y estandarizadas, ya que los motores deben responder bajo cualquier condición climática y tipo de carretera. Puesto que la gran mayoría de pruebas se realizan en localizaciones muy concretas, “necesitamos gran disponibilidad para viajar”, explica Arnold.
Así, para los test de altura, los ingenieros se desplazan a lugares como Denver, Colorado, Lesoto (Sudáfrica), los Alpes o Granada; para los test de calor hacen lo propio en el Valle de la Muerte (EEUU), en Arabia Saudí o Dubai, entre otros. Asimismo se ejecutan pruebas invernales en el Círculo Polar Ártico o pruebas de fiabilidad en California, Nürburgring o en Instituto de Investigación Aplicada del Automóvil (IDIADA, Tarragona).
De cualquier forma, no hagas caso a quienes digan que para acceder a uno de estos puestos de trabajo se necesita algún enchufe, no es cierto… El personal encargado de Recursos Humanos es suficientemente profesional para fichar a los mejores. Por otra parte, hay que decir que la oferta de este tipo de trabajos es algo reducida, por lo que debes tener la determinación de que es realmente lo que quieres.
¿Qué es necesario para llegar a ser probador de coches?
Lo primero que necesitas es una enfermiza pasión por los automóviles. Esto ya lo doy por sentado, puesto que sino, no estarías leyendo este artículo. No obstante, son inevitables otros requisitos que te ayudarán a conseguirlo: una buena formación universitaria, idiomas y adecuadas dotes de conducción. La vía más sencilla – que no la única – para acceder a estos puestos de trabajo es cursando una Ingeniería Mecánica. Sin embargo, hace falta algo más que el título y un expediente medianamente aceptable.
Durante el tiempo que estés en la Universidad, intenta completar tu formación con el estudio de idiomas. El inglés es imprescindible, así como el idioma del país de origen de la marca donde te interesaría trabajar. “Para entrar en AMG es fundamental saber Alemán” – apunta Arnold – y, lógicamente, para acceder a Ferrari o Lamborghini es necesario parlare italiano molto benne. Además, puedes aprovechar y realizar cursos de conducción deportiva que te ayudarán a ganar experiencia y serán ideales para ampliar tu curriculum.
Igualmente es interesante algo de interés en mecánica y deportes del motor. En una entrevista reciente a Mike Cross, probador de Jaguar, explicaba que es “un poco extraño que alguien que quisiese trabajar en el desarrollo de vehículos no coquetease con algún tipo de deporte de motor en su tiempo libre”. De hecho, la mayoría de los ingenieros de pruebas están involucrados de alguna manera u otra en esto.
Muchos de ellos, tienen en sus garajes karts, motos o coches que con frecuencia retocan con nuevos componentes y piezas para mejorarlos y hacerlos más rápido. Esto es la esencia del trabajo de un probador: ver cómo se puede mejorar un vehículo y lograr el mayor equilibrio posible.
El trabajo de estos chicos no sólo consiste en conducir para evaluar la fiabilidad, la estabilidad o la dinámica del vehículo… Se buscan ingenieros porque están familiarizados con el diseño de software, robótica y electrónica; de manera que también se puedan encargan de dirigir actividades de I+D relacionados con los sistemas de asistencia al conductor que hagan la conducción más segura y energéticamente más eficiente.
Cuando termines la Universidad, dedícate a enviar curriculums a diferentes marcas – Porsche, Ferrari, Bugatti, Bentley, McLaren, etc. -, o divisiones deportivas de alguna compañía – AMG, Quattro, BMW Motorsport… -. Tal vez te llamen de alguna empresa para que acudas a una entrevista de trabajo, eso sí, no te asustes si te piden que te vayas a vivir al país donde esté la factoría. Además, puede que tengas que empezar desde abajo, pero en poco tiempo puedes estar dedicándote a desarrollar superdeportivos, como nuestro amigo Arnold.
Si no has estudiado Ingeniería – o no estás dispuesto a hacerlo -, no te preocupes porque también puedes hacerte con un puesto de probador, aunque, tendrás que ir poco a poco y puede que esto te lleve una década o más. Así es como han empezado Loris Bicocchi (entre su curriculum destaca la puesta a punto de modelos como el Pagani Zonda original, el Koenigsegg CC así como los Bugattis EB110 y Veyron).
Sin ir más lejos, el caso más popular ha sido el del recientemente jubilado probador de Lamborghini, Valentino Balboni, quien empezó como mecánico y acabó como probador principal de la marca italiana… tal fue su dedicación y fidelidad a la marca del toro que incluso tiene su propio vehículo homenaje: el Lamborghini Gallardo LP550-2 Valentino Balboni.
Por último existe una tercera vía. En ocasiones habrás oído que Fernando Alonso tiene un talento especial para poner a punto vehículos de Fórmula 1, o que Michael Schumacher – en su época en Ferrari – fue quien tuvo la batuta del desarrollo del 458 Italia. Esto es debido a que a través del mundo de la competición puedes adquirir la experiencia necesaria para saber poner a punto un vehículo y ver cómo conseguir el set-up más adecuado.
Mediante cualquier pequeño campeonato de turismos en el que estés compitiendo puedes adquirir – con los años – los conocimientos suficientes para hacer la transición al mundo del desarrollo de vehículos. Así es como el célebre Walter Röhrl recaló en Porsche o Chris Goodwin en McLaren, donde trabajó en el Mercedes SLR y actualmente en el nuevo McLaren MP4-12C.
Nadie dice que sea un trabajo fácil de alcanzar, pero si tienes los conocimientos adecuados, ambición y un poco de suerte, puedes llegar a conseguirlo. Todos los que hoy son probadores un día estaban igual que tú, así que si te decides por ello, ¡ánimo y al toro!.
Fotografías: Diariomotor y Mercedes-Benz
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