Os pongo en situación: domingo al mediodía, iba de camino a comer en un restaurante en los alrededores de Ponferrada. Al llegar a una rotonda, me cruzo con uno… dos… tres Seat 124, cada cual más cuidado que el otro. Como es obvio, me llama la atención y al mirar el camino por donde iban veo a lo lejos un par de Opel Manta. No pude resistir la tentación y me puse a seguirlos. Algo habría para que vaya tanto clásico junto.
Después de 5 minutos de seguimiento, me encuentro con el parking de un restaurante con más de una treintena de coches clásicos. ¡Voilà! ¡Un meeting en la zona del Bierzo y yo sin enterarme! Efectivamente, era el IV Rally Turístico al Bierzo para Clásicos Deportivos, que se celebró el sábado 11 y el domingo 12. La regla era que el coche tuviera más de 25 años.
Una vez localizados, fui a comer lo más rápido posible y volví al parking. Una lástima que no tuviera una cámara de verdad así que sólo pude usar el teléfono móvil. Aunque como el día era bastante soleado puede decirse que a pesar de mis pobres habilidades fotográficas, logré tomar alguna foto decente. El primero que sin duda me llamó la atención fue un Lancia Delta impresionante. Aunque si os digo la verdad, no paraba de mirar de un lado al otro.
Un Ferrari Mondial, un par de Mustangs – uno de ellos absolutamente impecable -, otro par de Renault Alpine cuidadísimos, varios BMW M3 E30, o un precioso Volvo P1800S como el de nuestro amigo de EEUU. Algún R5 – incluído un “culo gordo” -, un R8 Gordini, un par de Mini, un par de Golf… Aunque los que más se veían eran clásicos de Seat: 1430, 124, 131, 127, 600… La lástima es que me enteré tarde del Rally. Al parecer, durante el sábado había algún otro clásico más de esos que te hace caer la baba… Porsche, algún Rolls…
Una vez hablé con alguien de la organización, me comentó que el grupo se iba a acercar al circuito de karts de Cabañas Raras, por lo que no lo dudé. Allí fui a ver quien se atrevía a meter uno de esos coches al circuito ratonero. Y la verdad, mereció la pena. Pocos coches de los que vi no entraron al circuito. Desde el Ferrari Mondial, pasando por los dos Corvettes, hasta un precioso Ford Falcon que, sin hablar con su dueño, apostaría que es del año 62.
Por supuesto, hubo incidentes en circuito. El primero y más espectacular – y una verdadera lástima porque dobló algo, aunque pudo ser peor – fue ver cómo un Seat 127 se ponía en dos ruedas y estaba a puntito de volcar. No se sabe muy bien cómo, pero el piloto tuvo tiempo para girar en el otro sentido y no dar la vuelta. Después, el Corvette moderno se llegó a montar sobre los neumáticos de protección después de un sobreviraje. Daba la impresión de que iba a ser peor, pero sólo tenía marcas de los neumáticos.
Aunque hubo momentos divertidos, muchos de los presentes tenían manos. Uno de los que más me llamó la atención era el piloto de un 124 rojo que parecía conocer el circuito, hasta el punto de que cuando se encontró con el Ferrari Mondial en él, el piloto del caballino rampante decidió dejarlo pasar porque no lograba despegarse del pequeño Seat. Entró también a circuíto un R5 Turbo que tenía pinta de estar cargadito de hormonas. El característico sonido de descarga de una válvula se escuchaba bien.
Se me hacía tarde, así que por desgracia no pude quedarme más. Aunque tuve un bonus de camino al coche. Un precioso Ford Escort RS Cosworth aparcado cerca de donde estaba mi coche. Obviamente, mi teléfono móvil de nuevo fue mi mejor amigo. Como entendereis, las fotos no son de grandísima calidad, pero en el momento de ver los coches que había – y eso sin pensar en los que me perdí -, no pude reprimirme a enseñarlos.
IV Rally Turístico al Bierzo para Clásicos Deportivos
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