Hay que reconocerlo, guardamos cierta envidia sana a nuestros compañeros de Autocar. Ser la publicación de motor más antigua del mundo y reinventarse en Internet tiene mérito, pero lo que nos asombra de verdad son los increíbles vehículos que de vez en cuando se permiten probar. Por ejemplo, hace un tiempo le metieron mano al Ferrari 599XX. Sin embargo, el coche que se gastan en estos momentos es mucho más serio, si cabe: el Ariel Atom V8, todo un Fórmula 1 con licencia para circular por carretera.
Con un chasis tubular, gran cantidad de fibra de carbono y poco más de 500 kg de peso, a los responsables de Ariel les parecía poco un motor Honda con compresor y 300 CV. Por tanto, llamaron a Hartley Enterprises y les encargaron unos cuantos 3.0 V8. Estos motores atmosféricos de competición superan las 10.000 rpm, pesan sólo 90 kg y en el caso del Ariel Atom V8 desarrollan 500 CV. A estos niveles lo mismo daría que fuesen 450 o 500. Su relación de potencia de casi 1.000 CV/tonelada es equivalente a la de los coches que corren en la categoría GP2.
La caja de cambios es secuencial de seis marchas y en palabras del probador, es posiblemente el coche más rápido y radical que jamás va a conducir. Un Bugatti Veyron Super Sport es a su lado un coche a pedales para niños. Con un 0 a 100 km/h de menos de tres segundos – y limitado por la adherencia de las ruedas – y una punta que no me atrevería a explorar, el Atom V8 surca la pista de Milbrook a velocidades endiabladas, incluso a pesar de que en casi ningún momento el piloto pisa a fondo.
Es un complemento ideal para el Caterham RS V8, igual de radical y exclusivo. Las sensaciones son extremas, y una dirección directa sin asistencia nos transmite todo lo que pasa por nuestros “pies”. Cada rápido cambio de marchas es como un disparo de escopeta, la admisión absorbe aire a centímetros de su cabeza y no hay parabrisas para protegerte. Llevar casco es imprescindible para pilotar este misil tierra-tierra, y quizá tapones en los oídos para no quedarnos sordos.
Como todo lo bueno, este festival de la aerodinámica y la potencia tiene un precio prohibitivo: sólo 25 unidades verán la luz del día a un precio unitario de 150.000 libras esterlinas.
Vía: Autoblog
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