Lotus Elite. Es un buen nombre para ponerle a un auténtico superdeportivo que en parte se aleja de la tradición de Lotus (esa que dice que “mejor un Kg menos que un CV más”) y en parte se acerca al futuro de los deportivos híbridos. Así empieza la vida del Elite que de momento no es más que un prototipo de un precioso coupé de 2+2 plazas.
Con esta característica definitoria lo primero que viene a la mente es el Lotus Evora con el que comparte su configuración interna pero poco más. En el resto el Elite toma su propia personalidad alejándose de los gustos del Evora, Elise, Exige y compañía. En él no hay agresivos paragolpes y difusores, entradas de aire en el capó o alerones voluminosos. El Elite es mucho más estilizado y parece adelantar la nueva tendencia de diseño en Lotus.
Llama la atención su escultural cuerpo en la vista de perfil gracias a la perfecta integración de las puertas en la carrocería o con esa especie de branquia en forma de “L” invertida, por no hablar de los minúsculos retrovisores que probablemente escondan unas pequeñas cámaras (no hay espacio para un espejo en condiciones). Sus bellas líneas comienzan desde el frontal, abierto al paso del aire para contentar a un suculento V8, y con unas ópticas bien introducidas dentro de la carrocería.
Aunque no existe esa amplia toma de aire en el capó, sí que existen unos pequeños huecos laterales en él. Su curvatura natural avanza hacia el parabrisas y continúa por el techo semi-transparente hacia la zaga. Las características luces redondas dan paso a unos faros perfectamente integrados con sus cuartos traseros y su portón de maletero. Las salidas de escape son sendos triángulos integrados perfectamente en el difusor situado en la parte inferior.
El corazón del Lotus Elite se desdobla en dos opciones. En la versión más “simple” el Elite utiliza un motor 5.0 V8 de posición central delantera. Entrega 620 CV de potencia y un suculento par máximo de 720 Nm, ambos transmitidos al eje trasero. La vuelta a los ocho cilindros en “v” permitiría al ligerito Elite prodigarse en una fugaz aceleración de 0 a 100 Km/h de entre 3.5 y 3.7 segundos. Su velocidad punta se queda en los nada despreciables 315 Km/h. Opcionalmente el Elite se puede convertir en todo un señor híbrido.
La plataforma híbrida incluye un motor eléctrico, freno regenerativo de tipo KERS y transmisión híbrida para compaginar el funcionamiento del eléctrico y del gasolina V8. Y a partir de aquí se acaban los datos técnicos porque Lotus se guarda la mayoría de los aspectos del tren híbrido. Lo único que confirman es que con él la emisión de CO2 se queda en unos niveles impropios de un motor V8, 220 gr/Km. Entre otras cosas nos dejan sin información sobre la potencia del eléctrico o sobre el tipo de transmisión elegida.
El Lotus Elite que se presentará pesa unos 1.650 kilogramos que ahora mismo nos dicen bien poco, no aclaran si se trata del peso en vacío de la variante híbrida o no. Y ya se sabe que de cara a producirse en masa este peso tiende a incrementarse en aras del equipamiento, la seguridad, etc. Por lo poco que dejan ver del interior las fotos parece que las formas serán simples pero no faltará la buena piel ni los detalles de calidad.
Pero no nos hagamos demasiado rápido la boca agua. El arranque de la producción del Lotus Elite está previsto para 2014, por lo que todavía tenemos que esperar. En el Salón de París podremos seguir contemplando la nueva creación de Lotus. Sería extraño que además nos sorprendieran con la esperada vuelta del Esprit pero nunca se sabe.
Lotus Elite
Vía: Lotus
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