No es extraño ver a algún coche arrastrando a alguna moto en un remolque especial. Lo que ya no es tan frecuente es ver a un moto remolcando un coche. Una empresa sueca se ha propuesto abrir un extraño nicho de mercado, acoplando un dispositivo de arrastre llamado The Retriever a una Honda Goldwing. La idea es que la moto sea un vehículo de intervención rápida, y en caso de avería o accidente tarde mucho menos en llegar hasta nosotros que una grúa convencional, especialmente en zonas congestionadas.
Coming Through es la empresa fabricante, que admite estar ya en conversaciones con algunas aseguradoras y proveedores de servicios al automovilista. The Retriever se acopla a la parte trasera de la Honda Goldwing. Plegado no ocupa demasiado espacio y permite a la moto su movilidad habitual, puesto que sólo pesa 165 kg. Desplegarlo junto al vehículo a remolcar es sencillo, después sólo hay que montar sus ruedas delanteras en unas calzas especiales. Si necesitamos ayuda, podemos un winch calibrado hasta 1.500 kg.
Ya estamos listos para llevarnos el vehículo al taller. Las ruedas traseras del vehículo están en contacto con el suelo, al igual que las dos ruedas del remolque. La moto se encarga de llevarlo cómodamente a su destino, aunque a una velocidad de 30 km/h como mucho. Aunque sea una velocidad lenta, hay que tener en cuenta que la moto es capaz de tirar de hasta 2.500 kg más su propio peso y el de The Retriever. Casi tres toneladas por parte de una moto, parece casi increíble.
Y es que las Goldwing son motos de amplia potencia y par, pero sin excesos. El motor bóxer de 1.8 litros y seis cilindros de la Honda GL 1800 Goldwing entrega 118 CV a 5.500 rpm y 163 Nm de par a 4.000 rpm. Cuenta con cinco marchas hacia delante y marcha atrás, que es muy útil en una moto de viaje pesada y grande como la Goldwing. En resumen, The Retriever es un dispositivo interesante, pero sólo lo veo útil para distancias de remolcado muy cortas debido a su escasísima velocidad punta.
Como inconveniente, parece dar alas a los ladrones de coches y las grúas piratas, pero antes tendría que popularizarse.
Vía: Autoblog
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