Motores más pequeños y contenidos para cumplir con unas expectativas de consumos y emisiones cada vez más exigentes. Los tricilíndricos e incluso bicilíndricos sobrealimentados se postulan como el próximo paso para conseguir motores de gasolina más austeros, tal es el caso del nuevo EcoBoost de 1.0 litros que Ford presentaba en el prototipo Ford Start Concept y que previsiblemente se incorporará a la gama Ford C-Max a lo largo del próximo año.
Pero ¿hasta qué punto se está renunciando a valores como la suavidad de marcha, baja rumorosidad, par en bajas vueltas… para conseguir que las emisiones rebajen el tope de los 100 g de CO2 por kilómetro? También es cierto que buena parte de los clientes que opten por un monovolumen de gasolina poco potente y económico es muy probable que no demanden en su vehículo nada más que unos consumos decentes y un precio ajustado.
Por otro lado el motor 1.0 EcoBoost se presenta como la alternativa ideal para la gama de entrada de los utilitarios más pequeños como el Ford Ka o el Ford Fiesta. Sin ir más lejos Fiat ya introducía recientemente sus primeros Fiat 500 Twinair bicilíndricos. Ahora bien, ni las dimensiones, ni el peso de un monovolumen como el Ford C-Max son comparables a las de estos utilitarios.
El nuevo motor de Ford se convertirá en el más pequeño de los EcoBoost y también en el más eficiente homologando cifras de emisiones de CO2 inferiores a los 100 g/km, cifras similares a las de las mecánicas diésel de Ford.
Vía: Car Magazine
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