Para Citroën, que “juega” en casa con la celebración del Salón de París, la presentación del compacto C4 es vital. Principalmente porque la generación actual ha estado en el top ventas de automóviles en España durante mucho tiempo. Así que ya que estamos en el evento francés vamos a empezar por el C4.
A la vista de las imágenes, con menos (ninguno más bien) retoque fotográfico, queda patente la nueva línea de diseño que Citroën inició con el C3. Surgen curvas lineales a través del Citroën C4 de cinco puertas que deja el modernismo de la anterior generación a favor de un aspecto más “de huevo”, con todos los respetos. Al contrario de lo que ocurre con otros modelos en color rojo llama la atención más que en color negro o blanco aunque puede que sea un efecto de las luces y nada más.
Lo que más llama la atención del nuevo compacto de Citroën es la mejora de la calidad en general dentro del habitáculo, ya sin tener en cuenta el hecho de que ofrece una mayor sensación de amplitud. Hay algunos detalles clave como el hecho de que el volante ya no mantenga su parte central fija o de que el tacto de los materiales empleados en los paneles de instrumentos o en el salpicadero sea mejor. Hay detalles con aspecto cromado – realmente no son de metal – y los asientos aparentan ser cómodos para largos viajes claro que las unidades que están en el salón son de lo mejorcito que se venderá.
Echándole un vistazo a la parte de atrás parece que el maletero tiene un buen aspecto sobre todo porque la boca de entrada no está a gran altura y es amplia, llega hasta los faros traseros. En cuanto a volumen de carga este C4 supera enormemente a su antecesor, pasa de 320 litros en su variante de cinco puertas a 408 litros. Ello significa ponerse a la altura del propio Renault Mégane, uno de sus contrincantes más directo en la lucha comercial.
Las sorpresas no llegan con los motores desde luego cuyo rango oscila entre los 90 y los 150 CV. Contamos los gasolina desde el 1.4 VTI de 95 CV al 1.6 THP de 155 CV, con un 1.6 VTI de 120 CV intermedio, y los diésel HDi de 1.2 litros, con 90 o 112 CV, y un suculento 2.0 HDi de 150 CV. Son los conocidos pero que han evolucionado y mejoran notablemente en consumo, en gran medida gracias a la inclusión de la tecnología Start&Stop en las versiones e-HDi.
Estas son las principales impresiones que tenemos del Citroën C4 con lo desgraciadamente poco que se puede palpar cuando un modelo se presenta en un salón del automóvil de esta categoría. ¿Debe temblar el Renault Mégane o el ya veterano Ford Focus por la llegada del nuevo Citroën C4? Temblar no sé pero seguro que será un rival peleón. Dependerá exactamente de cómo de bien acabado estén las versiones intermedias y del precio que tenga cuando se ponga a la venta.
Citroën C4 2011 en el Salón de París
Citroën C4 2011
En Diariomotor: Citroën C4 2011