Una de las novedades que presenta Renault en el Salón de París es la introducción de un nuevo motor diésel en las gamas Clio y Twingo. Se trata de un propulsor 1.5 dCi de 90 CV FAP (filtro antipartículas) más eficiente que el de 1.5 dCi de 85 CV disponible actualmente. Lógicamente, el último de estos desaparecerá para dejar paso al primero.
A pesar de la diferencia de peso y tamaño entre las dos carrocerías, los dos modelos registran las mismas emisiones: 90 g/km de CO2. La marca no ha confirmado la cifra de consumo, pero seguramente ronde los 3.7 o 3.8 l/100 km. Ambos se suman así al selecto club de los vehículos que tienen unas emisiones de CO2 de menos de 100 g/km. Hace unos pocos días también se unieron al grupo los Volvo S40 y V50 DRIVe, aunque de tamaño superior.
Hasta ahora, el Clio y el Twingo con motor dCi de 85 CV tenían unas emisiones de 104 y 115 g/km respectivamente. Por tanto, estamos ante una mejora muy importante en dos aspectos: no sólo se reducen las emisiones en más de un 10% sino que la potencia aumenta en 5 CV. No es mucho incremento, pero en cifras así sí se nota la diferencia.
Además, la presencia del filtro antipartículas ayuda a reducir la expulsión de micropartículas sólidas. La mayoría de motores diésel modernos más potentes ya incluyen este dispositivo, que en mi opinión debería extenderse a la totalidad de bloques diésel porque la emisión de estas partículas es tan perjudicial o más que la de CO2 pero es algo que se considera de forma secundaria actualmente.
Aún no se conoce la fecha exacta de llegada a los mercados de esta nueva variante, pero lo lógico es que se haga efectiva en las próximas semanas. Tampoco se conocen las tarifas pero no deberían ser muy diferente a la de los dCi de 85 CV salientes, aunque estos casos suelen significar un pequeño incremento de precio.
Vía: Motorpasión
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