Desde que en 2004 el Mercedes-Benz CLS se lanzase al mercado y se convirtiese en el impulsor del segmento de las berlinas con aspiraciones de gran coupé, no son pocas las marcas que han intentado repetir el éxito de la marca de la estrella. Ahora es Audi quien pone las cartas sobre la mesa y presenta su nuevo Audi A7 Sportback, el modelo de producción derivado de un prototipo que presentaban en enero de 2009 en Detroit.
El Salón de París nos permitió dar un profundo repaso tanto a la nueva generación del modelo de Mercedes-Benz como al esperado Audi A7 Sportback. Si bien es cierto que tiene un diseño peculiar, de esos que necesariamente tienes que amar u odiar, la elegancia y su porte son la carta de presentación de un vehículo que mide cerca de los 5 metros, más cercano a las cotas de un Audi A8 que de un Audi A6.
El detalle más característico está en la trasera. El voladizo de que dispone el Audi A8 ha sido prácticamente eliminado para extender el techo y suavizar su caída. Ciertamente este diseño le confiere una estética muy personal, pero también facilita el empleo de un portón trasero que se convierte en el mejor aliado a la hora de cargar bultos voluminosos en el maletero, que con un volumen de 530 litros está por encima incluso de la capacidad del propio Audi A8.
El portón trasero, y como no podía ser menos, cuenta con un dispositivo de accionamiento electrónico para abrir, cerrar y pausar su apertura (para evitar por ejemplo rozar con el techo de un garaje demasiado bajo). El portón se abre junto con una bandeja adosada a la luneta trasera que permite mantener en todo momento separada la carga del habitáculo.
Otro detalle curioso es el del spoiler sobre la tapa del maletero que se despliega a partir de los 130 km/h para conseguir un mayor apoyo aerodinámico. Estéticamente quizás rompa un poco el diseño de la trasera, pero es una prueba más del empeño que han puesto los ingenieros para conferirle unas prestaciones dignas de un coupé y pese a sus casi 5 metros de longitud.
La calidad de los materiales empleados en el habitáculo también es digna del buque insignia de Audi. La piel y las inserciones y los paneles de madera son la tónica dominante en el interior. Es un vehículo apto para cinco pasajeros, aunque al menos en el modelo de exhibición de París no contaba con reposacabezas central.
Audi A7 Sportback en el Salón de París
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