Así de claro resulta. Recientemente se ha sabido que el Chevrolet Volt puede ser impulsado por el motor térmico en conjunción con el eléctrico, por lo que no puede considerarse un eléctrico puro. Por tanto, y en contra de lo que General Motors promocionaba, no es un eléctrico de autonomía extendida sino un híbrido enchufable.
El funcionamiento conjunto de ambos motores se produce en fases de fuerte aceleración. No es que el el motor de gasolina mueva directamente las ruedas, sino que alimenta a un generador que es el que transmite el movimiento. He aquí la polémica, puesto que en un eléctrico puro la electricidad debe proceder de las baterías y no por una transformación de la energía extraída de la gasolina.
General Motors mantiene que es un eléctrico puro, pero hasta tres medios estadounidenses han constatado esta particularidad del Volt. La situación ha provocado un gran revuelo en EEUU, donde multitud de medios ya han tachado a GM de mentirosa. El gigante norteamericano se enfrenta ahora a un enorme traspié, apenas un mes antes de que el Volt se ponga a la venta en EEUU.
General Motors deberá solucionar la papeleta antes de diciembre de este mismo año, momento en el cual comenzarán a admitir pedidos por el modelo. A pesar de que esto dañará su imagen, no creo que suponga un obstáculo para que los cientos de interesados en el Chevrolet Volt se echen atrás ahora, ya que la tracción eléctrica sigue siendo la base del modelo.
Desde nuestra posición no podemos declinarnos ni a favor ni en contra de las críticas, puesto que aún no se ha comprobado “científicamente” que el modelo realmente se apoya en el motor de gasolina. De momento sólo hay cruces de acusaciones, así que habrá que esperar aún unos días para ver cómo evoluciona este escabroso tema.
Vía: Bloomberg
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