La policía francesa sigue tirando de orgullo patrio para nutrir su parque automovilístico. Ni siquiera para las patrullas de persecución en autopista tienen que recurrir a fabricantes de otras nacionalidades, ya que recientemente se ha sabido que han seleccionado el Renault Mégane RS como su vehículo de persecución.
En total han encargado 70 unidades a la marca del rombo, que comenzará a entregarlas a partir de diciembre. Su motor 2.0 Turbo de 250 CV, capaz de poner al coche a 100 km/h en 6.1 segundos, ha sido el gran responsable de este importante contrato. El grupo PSA, el principal rival francés de Renault, no tiene modelos directamente equiparables por lo que en esta selección ha debido quedar fuera de juego prematuramente.
Renault es un gran suministrador de coches de flota, y en la Gendarmerie francesa tiene un gran filón. A lo largo de 2010 ha entregado a este cuerpo de seguridad más de 900 unidades para todo tipo de trabajos, concretamente los modelos Mégane, Mégane Grand Tourer, Clio, Master y Kangoo.
Aunque el Mégane RS es un coche con unas prestaciones muy aceptables, en otros países del mundo este modelo es una minucia. En Inglaterra tienen, entre otros, el Subaru Impreza GB270 de Prodrive; en Italia se pasean con un Lamborghini Gallardo LP560-4 y en Abu Dhabi han recurrido a los Nissan GT-R. En otros países más modestos como Rumanía se conforman con un Seat León Cupra.
En España no hay ningún coche de persecución definido, pero seguro que algunos de nuestros lectores pueden aportar sus conocimientos al respecto. Precisamente en nuestro país la elección del Renault Mégane RS tiene su repercusión positiva, puesto que el modelo se fabrica en la planta de la firma en Palencia.
Vía: Europa Press
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