Esta ha sido la comidilla de los foros estadounidenses durante la última semana. El texano Ray Hofman, enviaba su Ford GT preparado con motor twin-turbo al preparador Bill Knobloch, de California. El propósito era realizar algunos ajustes en el sistema de inyección y la presión de soplado del turbo. Fine-tuning por el que Knobloch es muy conocido en el mundo de las preparaciones. Sin embargo, todo salió mal y el Ford GT de Hofman acabó sus días casi partido a la mitad mientras Knobloch lo “probaba”.
Obviamente, las dos versiones de los preparadores son diferentes, pero Hofman debería haber sospechado cuando Knobloch le pidió una copia de su seguro, por si pasaba algo. Tras los ajustes, Knobloch salió a probar la nueva configuración, citando en mails, “que necesitaba estirar sus piernas”. Y por alguna razón, el coche terminó en lo más bajo de una vaguada, a 30 metros de la autopista, tras haber impactado a media altura con un árbol. Caja de cambios, chasis y motor están destrozados.
Knobloch alega que sin ni siquiera darse cuenta, volaba marcha atrás hacia los árboles, citando como posible causa un pinchazo. Hofman visitaba la escena del crimen, viendo por las marcas de neumáticos que lo más posible es que Knobloch provocase un sobreviraje y un trompo, abandonando la autopista marcha atrás a gran velocidad. Knobloch deniega su responsabilidad, alega que es un accidente y que no tiene dinero para pagar a Hofman. El primero suponía un código de honor con buenas prácticas.
Mal supuesto, Hofman. En definitiva, que no se sabe en qué quedará la situación, pero todo lo que es fijo es que hay un Ford GT menos en el mundo.
Vía: Jalopnik
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