El Salón de Sao Paulo será testigo de la presentación pública del Rossin-Bertin Vorax, un espectacular superdeportivo concebido en el propio país brasileño con el que sus creadores pretenden ganarse un pedazo del suculento pastel de los superdeportivos más exclusivos. La tarea es harto complicada, pero quizá encuentren su hueco.
Si de algo se puede tildar a este modelo es de original. Al contrario que muchos otros proyectos de este estilo, en los que los diseñadores se inspiran en modelos ya existentes, el Vorax tiene una línea de diseño propia. Actualmente, los deportivos de producción no tienen líneas tan redondeadas y fluidas, aunque puede que sí recuerde en algunas zonas a prototipos como el reciente Mazda Shinari.
En la web donde he encontrado ese vehículo dicen que el frontal parece un calco del Nissan Juke, y efectivamente las luces tienen una disposición muy similar. La línea lateral y la parte trasera resultan exageradamente prototipistas, pero si llegan así a la producción sería todo un acierto por parte de este incipiente fabricante.
El vehículo utiliza un chasis fabricado en fibra de carbono y aluminio, y equipará un motor 5.0 V10 de origen BMW proveniente del M5 y el M6. no sé cómo pretenden conseguir estos propulsores para elaborar el coche, puesto que BMW anunció el fin de la fabricación del motor cuando se cesó la producción del BMW M6.
Sea como fuere, tienen previsto ofrecerlo con dos potencias diferentes. La primera de ellas sería de 525 CV, ligeramente superiores a los 507 CV que el bloque entrega de serie. Si se le añade un compresor la potencia aumenta hasta los 750 CV, una cifra más acorde con el imponente aspecto visual del Vorax.
En el primer caso se alcanzan los 100 km/h en 3.8 segundos y la velocidad máxima es de 330 km/h. En la variante más potente estas cifras son de 3.6 segundos y 372 km/h respectivamente. En ambos casos se pretende que el peso del conjunto no supere los 1.300 kg, aunque aún no se sabe cuál será la cifra final.
El nombre de la compañía proviene de los apellidos de sus dos fundadores: Fharys Rossin, ex-diseñador de General Motors, y Natalino Bertin, un joven de 29 años heredero de una enorme cadena de mataderos alemana. Resulta obvio pensar que el último será el que aporte el músculo financiero al proyecto, aunque está por ver cómo acabará todo.
Los planes de la compañía pasan por comenzar a fabricar el Rossin-Bertin Vorax a finales de 2011 o principios de 2012. Su objetivo es vender entre 500 y 1.000 unidades anuales del modelo, una cifra completamente desmesurada, más aún teniendo en cuenta que el precio de partida será de unos 290.000 euros.
Rossin-Bertin Vorax
Vía: CarScoop
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