El Audi A6 es la berlina media-grande de los cuatro aros, por dimensiones, equipamiento y motores se sitúa entre los modelos A4 y A8. El modelo actual lleva comercializándose desde 2004 durante seis años entre los cuales ha sufrido un profundo lavado de cara y mejoras varias que lo mantuviesen en la lucha con los Mercedes Clase E y BMW Serie 5 que sí se han renovado por completo en los últimos años.
Su gama de motores oscila entre los 136 CV del Audi A6 más básico hasta los 580 CV del RS6. Nosotros tuvimos ocasión de probar el Audi A6 2.7 TDI Quattro S-Line (190 CV) que a priori es el que ofrece un mejor equilibrio entre prestaciones, confort y consumos, como ya podréis comprobar a lo largo de esta prueba. Estaba equipado con el paquete S-Line, cambio automático Tiptronic y asientos de piel.
Un vistazo al Audi A6
El Audi A6 es una elegante berlina que acaricia los 5 metros de longitud, de porte elegante y señorial. Con una carrocería de color oscuro, por ejemplo el negro metalizado de la unidad de pruebas que utilizamos, resaltan aún más los cromados del marco de la parrilla, de la línea de ventanillas y del marco de los antinieblas.
Esto último junto a unas defensas más agresivas, un minimalista spoiler trasero incrustado en la tapa del maletero y otros detalles, van incluidos en el Paquete exterior S-Line (2.180€). La tecnología LED empleada en los grupos ópticos traseros ayuda a resaltar el carácter de esta berlina.
Puesto de conducción
Nos acomodamos en los asientos de piel, opcionales a partir de 2.395€, y ya vamos descubriendo el carácter de esta berlina. Son extremadamente cómodos, la opción ideal para pasarnos muchas horas al volante muy probablemente en largos viajes por autovias y autopistas. Ambos asientos delanteros cuentan con reglajes eléctricos y ajuste lumbar para el del conductor.
Anteriormente mencionaba que desde el primer momento ya descubríamos el carácter de esta berlina, y precisamente me refería a que de serie los asientos no cuentan con apoyo lateral de la espalda y las piernas como para llevar a cabo una conducción a ritmo alto (habría que optar por unos deportivos S o S-Line). De hecho, esta berlina no está pensada para ello sino para ofrecer la mayor comodidad y confort posible a sus ocupantes.
Controles, selector de marcha, interfaz multimedia
Todos los mandos y controles están orientados hacia el puesto de conducción. El volante por su parte dispone de cuatro radios y en los dos centrales incorpora los controles del equipo multimedia, el sistema de manos libres y el control de crucero.
La posición del selector de marcha es cómoda. La consola central está ligeramente elevada y hace que podamos accionar el cambio secuencial con comodidad con el brazo apoyado en el reposabrazos adosado a la consola. Sobre la consola central también disponemos del pulsador desde el que activamos/desactivamos el freno de mano eléctrico.
Bajo el selector de marcha tenemos la interfaz que nos permite manejar el equipo multimedia, el navegador, el teléfono conectado vía bluetooth y establecer la configuración de algunos de los parámetros del vehículo. Su uso es sencillo e intuitivo gracias a un selector circular.
Plazas traseras
Las plazas traseras destacan sobretodo por su anchura, suficiente para tres pasajeros adultos, y su altura. Siguen pecando como sucede en prácticamente todas las berlinas de contar con una plaza central de respaldo duro, ya que de ella se despliega una bandeja que sirve como reposabrazos y cuenta con dos posavasos escondidos en una bandeja y un compartimento en el que cabe perfectamente un botiquín con utensilios de primeros auxilios.
Tras la bandeja hay una pequeña ventanilla que comunica con el maletero para portar esquíes. Las plazas traseras cuentan con salidas de aire del climatizador en el túnel central.
Calidad de los materiales
La calidad de los materiales está a la altura de un vehículo que supera los 60.000€. Piel de gran calidad en los asientos, plástico blando y agradable al tacto en el salpicadero e inserciones de aluminio y madera noble. Obviamente la firmeza de los ajustes está a la altura de la calidad del resto de los elementos. La diferencia en este sentido respecto a un Audi A4, por ejemplo, es significativa, como también lo es respecto a uno de los renovados Audi A8.
Maletero y espacio de carga
Son numerosas las razones que pueden invitar a un comprador a adquirir un Audi A6 y no un Audi A4, tal vez las posibilidades de equipamiento, la comodidad de las plazas traseras y cómo no el espacio de carga del maletero. Ni más ni menos que 565 litros avalan al Audi A6, si bien es cierto con una boca de acceso al maletero un tanto estrecha debido al formato de voladizo con tapa, aunque con una profundidad suficiente como para cargar objetos de volumen considerable.
Audi A6 2.7 TDI Quattro S-Line
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