O también podríamos titular este artículo, “Cómo no tunear un Ford Thunderbird“. El Ford Thunderbird de los años 90 había perdido su estatus de culto alcanzado durante los años 50 y 60, no era nada más que un coupé no demasiado agraciado barrido por la competencia japonesa de la época. Sin embargo, tampoco se merecía la “preparación” que ha recibido por parte de algún estadounidense sin demasiado sentido del gusto. Este es un crossover generacional muy poco agraciado.
Si el Ford Thunderbird de los 90 ya no era muy agraciado de serie, imaginad en lo que se convierte cuando le acoplamos el frontal entero de un Ford Custom de 1949: un despropósito. Nos encanta el Ford Custom, pero no si su parte central es la de un coupé moderno. La parte trasera corresponde a un Ford clásico, es parte de un kit de conversión Easy Rods. Lo grave del asunto es que la integración es un trabajo ímprobo y parece estar bien hecha a nivel técnico, aunque pésimamente hecha a nivel de gusto.
En el anuncio citan que este coupé va equipado con un motor 4.6 V8 de 205 CV, acoplado a una caja de cambios automática de cuatro relaciones. No es que sea eficiente, pero sí que tiene las comodidades de un vehículo moderno como aire acondicionado, suspensión independiente en las cuatro ruedas y elementos como dirección asistida o frenos de disco, no disponibles a finales de los años 40. Lo vende una tienda llamada Streetside Classic Cars, por un precio de 19.995 dólares.
Completamos el repaso con un interior en cuero bicolor – rojo y blanco – y unas llantas cromadas que obviamos comentar. Hay un vídeo anuncio del coche incluso, pero cuando el coche atraviesa una nave llena de verdaderos clásicos nos damos cuenta del flaco favor que hace el anuncio al coche.
Vía: Carscoop
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