Recuerdo que, antes de que el Tata Nano fuera presentado, día sí y día también se hablaba en todos los medios del ambicioso proyecto de Ratan Tata (dueño de la compañía) de lanzar al mercado el coche más barato del mundo. Por aquel entonces todo eran buenas palabras y se llegó a decir incluso que sería uno de los inventos del siglo (sic) porque solucionaría los problemas de movilidad de la población mundial más desfavorecida.
Al día siguiente de su presentación, la euforia se rebajó al comprobar su escasa seguridad aunque realmente era de esperar. Además de esto, desde que salió a la venta a mediados de 2009 las ventas registradas nunca se acercaron a las previsiones, que situaban las ventas anuales en 200.000 unidades. No sólo no se están cumpliendo las expectativas sino que el año 2010 está siendo absolutamente catastrófico para Tata.
Las primeras 100.000 unidades, cuyos dueños fueron seleccionados por Tata ante la avalancha de peticiones, se vendieron rápidamente, pero las ventas a lo largo de 2010 se han ralentizado de forma alarmante. De momento no han sido entregadas, puesto que la fábrica no ha trabajado a plena capacidad hasta hace pocas semanas, pero en el seno de la firma ya han saltado las alarmas ante las bajas cifras que han registrado últimamente.
La situación ha llegado a tal punto que en Noviembre sólo consiguieron vender 509 unidades, una cifra absolutamente ridícula que de seguir así daría al traste con el proyecto en pocos meses. A este ritmo de ventas, que puede que se prolongue algunos meses, las ventas anuales se situarían en cifras inferiores a las 10.000 unidades, un auténtico despropósito teniendo en cuenta que la capacidad de la fábrica es de 250.000 unidades anuales.
Tata asegura que esta situación se debe a que los clientes no consiguen financiación para adquirir el coche, problema que se suma al hecho de que el precio del mismo haya subido en 200 dólares después del verano. Para mejorar la situación, la compañía ha anunciado que pondrá en marcha en sus concesionarios personal específico para financiar la compra del pequeño Nano, aunque está por ver si la cosa funcionará.
Puede que las razones vayan más allá, y que quizá la enorme euforia desatada hizo que las previsiones de ventas se inflaran hasta niveles inalcanzables. Se pensaba que un gran porcentaje de la gente humilde de la India cambiaría su ciclomotor por el Tata Nano, pero para esta gente no es tan fácil hacer este cambio que supone un gran esfuerzo económico, ya que probablemente tengan otras necesidades más básicas.
La cosa pinta delicada para Tata. Desde mi punto de vista, por mucho que suban las ventas, éstas siempre estarán claramente por debajo de lo que la firma tenía planeado. Aunque el proyecto no está completamente perdido, probablemente a partir de ahora se pierda cierto interés en él después de comprobar que el éxito no ha sido el esperado.
Vía: Bloomberg
En Diariomotor: Tata Nano | Tata Nano Europa | Tata reforzará el Nano para evitar incidentes
