Los diseños de las bicicletas que se venden distan mucho de los que presenta esta colección del escultor Josh Hadar. Poco tienen que ver con el diseño presente de las dos ruedas a pedal y las reminiscencias de las bicicletas de los cincuenta se dejan llevar por líneas muy curiosas.
El material preferente de Josh a la hora de fabricar artesanalmente cada bicicleta es el acero y otros metales, la ausencia del plástico es otra nota predominante. Sus originales diseños, combinados con tonalidades apagadas como las de antaño, no solamente están realizados como esculturas estáticas sino como bicicletas que pueden ser usadas. De hecho
Pueden llegar a ser “cómodas” para un pequeño trayecto porque, cual sastre, Josh adapta su diseño al cuerpo del comprador. Además cada bicicleta tienen una ayuda para reducir el esfuerzo “animal”. Por ejemplo, la de la imagen superior se llama “la lágrima de Eric” y cuenta con un pequeño motor de gasolina de 80 cc para subir las cuestas. Y el depósito está enfundado por ese cristal suspendido en el medio del chasis.
Lo peor de todo, es que no son precisamente asequibles. Los precio oscilan entre los 12.000 y los 35.000 dólares. Eso sí, te gastas un pastón pero si la sacas a la calle serás el rey de las miradas.
Vía: Carscoop
Más información: HadarMetalDesign
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