Desarrollar un vehículo anfibio no es muy barato si se hace desde cero. Reinventar la rueda no resulta nada rentable salvo que se especialice uno notablemente. Así que para un anfibio sencillo es mejor reutilizar.
El Watercar Gator es un ejemplo de como tomar prestadas partes vitales de otros coches. Está inspirado en un buggy de los 60 llamado Myers Manx y la carrocería es prácticamente un calco de la del Jeep Wrangler salvo por el hecho de que está construido en fibra de vidrio. Este material es el que se usa muy habitualmente en las lanchas fueraborda y se acompaña en su superficie por una pintura de gel resistente al agua.
La base estructural del Gator, es decir el chasis, no proviene de Jeep sino del Volkswagen Beetle. No habéis leído mal, del Beetle clásico de toda la vida y no del New Beetle, como sería lógico pensar. Del “escarabajo” también toma el motor y la transmisión correspondiente. Un pequeño propulsor de agua situado en la parte posterior proporciona la capacidad de surcar las olas.
Llegados a este punto ya es fácil ver que el Gator está pensado para tener habilidades terrenales y acuáticas sin prestaciones sorprendentes. Por el agua puede viajar a unas 8 millas por hora mientras que cuando utiliza sus ruedas para moverse puede llegar hasta los 140 Km/h. Aún así el Gator no es un coche barato porque cuesta 29.500 euros. ¿Poco o mucho dinero por tener un coche anfibio?
De esta misma marca conocimos hace un tiempo el Python. Corazón de Corvette y cuerpo de Corvette descapotable, en lo que menos pensaríamos al hablar de un anfibio.
Watercar Gator
Vía: Carcoop
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