Los primeros días de este año que acaba supimos que Opel tenía la firme intención de cerrar su fábrica en Amberes, noticia que se confirmó el pasado mes de octubre cuando los trabajadores de la planta no lograron ningún comprador que los salvara del fatídico fin. La bajada de la producción ha ido menguando desde entonces hasta que hace unos días se fabricó el último coche allí.
Se trataba de un Opel Astra GTC de color negro, y supone la unidad número 13.306.292 fabricada en la planta desde que ésta fue abierta allá por 1924. Además, seguramente signifique el fin de la producción del propio Astra GTC, que se fabricaba en exclusiva en esa planta y cuyas ventas en los últimos meses han ido disminuyendo paulatinamente debido a su veteranía y a que en los próximos meses será presentada la carrocería tres puertas derivada de la actual generación del Astra.
A principios de 2010, la fábrica tenía más de 4.000 trabajadores, pero ya en junio fueron despedidas 2.600 personas. La semana pasada se hizo efectivo el despedido de otras 1.320 personas relacionadas directamente con la producción de coches. En estos últimos días del año aún quedan unos 400 trabajadores que se harán cargo de labores de mantenimiento, logística y seguridad de la planta. Los empleados despedidos cobrarán 2.245 euros de prima y los mayores de 50 años podrán acogerse a un plan de jubilación.
El momento tan temido por miles de familias por fin ha llegado, y ha llevado a la calle a miles de personas que lo tendrán difícil para recolocarse. Al menos, General Motors tuvo el gesto de sortear entre todos los empleados las dos últimas unidades fabricadas allí, aunque dudo mucho que esto vaya a consolar siquiera a los vencedores del sorteo.
Vía: El Mundo
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