La Unión Europea continúa regulando con nuestro futuro y el medio ambiente en su mente. Dentro del último esfuerzo legislativo, se ha sabido que para 2017 se impondrá un límite de CO2 de 175 g/km para todas las furgonetas nuevas que se vendan en la Unión Europea. Esto es aplicable tanto a una Peugeot Bipper como a una Iveco Daily con doble rueda trasera y 3.500 kg de masa máxima autorizada. Para 2020, deberán emitir por ley menos de 145 g/km.
Precisando, estas cifras son la media ponderada homologada en la ficha técnica, por lo que no necesariamente se corresponderán con las cifras reales. Estos topes de emisiones han sido suavidados por la Eurocámara y la presidencia belga de la UE, ya que la propuesta de la Comisión era de 175 g/km en 2016 – un año antes – y se planteaba un objetivo aún más ambicioso para 2020: 135 g/km. Para hacernos una idea de los consumos reales, una emisión de CO2 de 145 g/km es un consumo medio de unos 5 l/100 km.
La razón de que se haya dejado el límite en 145 g/km es que la reducción hasta los 135 g/km iba a repercutir al cliente final un incremento de precio de hasta 3.500€ por vehículo debido a los costes de desarrollo de nuevas tecnologías de ahorro de combustible. Los fabricantes que excedan los límites impuestos por la Unión deberán pagar una multa por cada vehículo vendido, concretamente de 95€ por cada gramo/kilómetro que se exceda del objetivo. 10 g/km adicionales en 1.000 vehículos es casi un millón de euros de sanción.
La medida se aplicará únicamente a los comerciales ligeros con una MMA inferior igual a 3.500 kg y con un peso en vacío de hasta 2.610 kg, es decir, las furgonetas que podemos encontrarnos en nuestras calles. Según los estudios comunitarios, este parque móvil es responsable del 1.5% de las emisiones totales de CO2 de toda la Unión Europea. Aún debe ratificarse en el Parlamento Europeo.
Vía: Facua
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