La señora Bräuer es una jubilada residente en el pueblo alemán de Holdorf que durante uno de estos días de vacaciones navideñas decidió salir a dar un paseo con su sobrina Anna, de 8 años de edad. Durante el trayecto pasaron al lado de un contenedor de resíduos sólidos urbanos (basura, para entendernos) sin percatarse de que en su interior se escondía un radar de control de velocidad (lo dicho, basura). El destino quiso que en ese mismo instante apareciera por la calzada un flamante Audi negro a más velocidad de la permitida, provocando al radar que no dudó en disparar la correspondiente foto.
Para disgusto de las autoridades, la instantánea no sirvió para tramitar la correspondiente denuncia, ya que aunque detectó fielmente el exceso de velocidad del vehículo (74 km/h en vez de los 60 permitidos), las figuras de la señora y su sobrina impidieron que la cámara captara la matrícula del coche, impidiendo averiguar la identidad del conductor infractor.
Aunque Frau Bräuer tampoco recibirá ninguna denuncia (los límites de velocidad no afectan, al menos por ahora, a los peatones), bien podría aprovechar el documento gráfico para arrebatarle el título de ser humano más rápido del planeta al mismísimo Usain Bolt. Al fin y al cabo, tiene pruebas que lo demuestran.
Por su parte, el conductor del Audi se libró, de forma tan rocambolesca, de una multa de nada menos que ¡25 euros! Si esto mismo hubiera ocurrido en España, la multa habría ascendido a 100 euros. Y seguro que los responsables de la DGT habrían hecho todo lo posible para encasquetarle la multa a una abuela tan temeraria.
Vía: bild.de
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