Muchos coincidiréis conmigo en que el Audi Q7 V12 TDI es uno de los SUV más imponentes en cuanto a estética se refiere, hablando siempre del aspecto que trae de serie. Al margen del sentido que este bestial modelo tenga o deje de tener, Audi ha sabido darle un toque de diferenciación gracias a la incorporación de una estética más radical, que concuerda algo más con los 500 CV que genera su enorme V12 diésel.
Sin embargo, siempre hay algún cliente al que le parece poco, y en ese sentido el preparador Anderson Germany ofrece una preparación no muy llamativa pero efectiva. Para empezar, el propulsor ha sido modificado para entregar 550 CV, un 10% más que la cifra original. Este incremente de potencia lo han conseguido gracias a la sustitución de los filtros de aire y a una reprogramación de la electrónica. Dos soluciones muy vistas que suelen ser la opción más económica a la hora de potenciar un coche.
En el apartado estético, han sabido introducir varios cambios en la carrocería sin caer en lo estridente. Destaca el contraste entre blanco y negro que han querido dar a la carrocería: la pintura blanco perla combina con las enormes llantas de 22 pulgadas (que incorporan una banda en color blanco) y con el oscurecimiento de numerosas zonas cromadas como son los escapes, la parrilla frontal o los marcos de las puertas. También han tintado las lunas y han oscurecido los faros traseros, una solución que nunca me ha hecho mucha gracia.
En el interior también se repite esta combinación entre ambos colores, aunque tengo que reconocer que en este caso lo veo algo más recargado. Tanto el volante como el tablero de instrumentos y la consola central incluyen ambos colores. Los tapizados de las puertas y los asientos están realizados en cuero y Alcántara de color negro con costuras en color blanco. Como mera curiosidad, Anderson Germany ofrece a juego una sillita de bebé tapizada de la misma forma.
Más allá de esto, nos encontramos la adición de fibra de carbono en los retrovisores, el labio frontal y el difusor trasero. También han sido sustituidas las suspensiones que son ahora más rígidas y deportivas. No han comunicado qué mejoras en prestaciones implican los cambios mecánicos, pero al menos esta preparación servirá para que los dueños de un Audi Q7 V12 TDI sean algo más diferentes que el vecino.
Vía: WCF
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