El inicio de este nuevo año trae algunas despedidas ya anunciadas. Hace unos días ya vimos que la fábrica de Opel en Amberes ha echado el cierre definitivamente después de 86 años de funcionamiento prácticamente ininterrumpido, pero no es la único adiós conocido. El pasado mes de junio Ford anunció que desmantelaría la marca Mercury a lo largo de 2010; finalmente se ha producido este hecho aunque curiosamente la despedida oficial se ha aplazado hasta estos primeros días de 2011.
La firma del óvalo confirmó que el pasado día 4 de enero salió de la fábrica de Saint Thomas (Ontario, Canadá) la última unidad de Mercury. El modelo “agraciado” con esta efeméride ha sido el sempiterno Mercury Grand Marquis, un modelo que lleva más de un cuarto de siglo de producción y que todavía seguiremos viendo un tiempo más con el nombre de Ford Crown Victoria. La última unidad formará parte de la flota de una empresa, aunque no ha trascendido cuál es concretamente.
Precisamente, el Grand Marquis sirve para explicar una de las razones por las que Mercury se ha visto abocada a la desaparición. Hace muchos años que la marca perdió sus señas de identidad propia, ya que a lo largo de décadas la mayoría de sus modelos han sido versiones mejoradas de modelos Ford convencionales. En algunos casos la diferenciación era más clara, pero en el ejemplo de este clásico sedán norteamericano podemos comprobar que los cambios se limitaban a ligerísimos maquillajes estéticos y un interior algo más atractivo.
Aparte del Grand Marquis, los modelos que estuvieron disponibles en los últimos años en el catálogo de la marca fueron el Milan, el Mariner y el Mountaineer, que básicamente eran versiones lujosas del Ford Fusion (versión de EEUU), Ford Escape y Ford Explorer. Si los comparamos con las variantes de Ford, vemos que los cambios exteriores se limitan a una parrilla diferente y poco más, algo que ha acabado por no hacer mucha gracia al público estadounidense.
Ahora, la única rama de lujo de Ford Motor Company es Lincoln, que sí cuenta con un aire de familia diferenciado de el que ofrece su casa matriz. El futuro de esta firma se presenta bastante interesante, ya que los directivos tienen un ambicioso plan de expansión en el que se incluye el lanzamiento de un modelo compacto. Ahora que han aligerado peso, podrán concentrar más recursos en Lincoln para mejorar la presencia de ésta en el mercado.
Vía: Autoweek
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