Parece que por fin puedo seguir ampliando esa pequeña aventura virtual que inicié hace unos meses hablando de algunas de las carreteras más interesantes, peligrosas o pintorescas de nuestro vapuleado planeta. Me gustaría poder deciros que el parón de estos meses se debía a que me he dedicado a recorrer las mencionadas rutas de manera real, con un buen coche y mejor compañía, pero no me veo con fuerza para mentiros. Como he dicho al comienzo, este viaje es, y seguirá siendo, puramente virtual.
Algunos de vosotros recordaréis, o al menos eso espero, el post decidado a la Grossglockner High Alpine Road, la estupenda carretera austriaca que permite disfrutar de un precioso trocito de Los Alpes con total comodidad. Los más aventureros tal vez la consideren demasiado civilizada, demasiado confortable para poder disfrutar, o padecer, la verdadera esencia de un paisaje tan agreste. Para satisfacer a los más exigentes hemos buscado otra manera de recorrer los majestuosos Alpes aprovechando, donde aún es posible, las antiguas pistas militares que dejaron atrás los ejércitos de los paises que convergen en el macizo alpino.
A pesar de que las primeras calzadas militares fueron construidas por los romanos en su afán por dominar el mundo, la mayoría de las pistas que surcan los Alpes provienen de confictos más recientes, especialmente la 1ª G.M. y viejas disputas fronterizas entre Italia, Francia y el imperio Austro-húngaro.
Un extensa red de pistas que impresiona tanto por su sinuoso trazado excavado directamente en la roca, entre intimidantes paredes verticales a un lado y aún más acongojantes precipicios al otro, y por el hecho de pensar que por ahí pasaban no solo multitudinarias tropas de infantería sino también enormes y pesadas máquinas de guerra. Y, muchas veces, en condiciones meteorológicas extremas.
Aunque hay muchas rutas para elegir, me gustaría destacar una en particular: la llamada Ligurische Grenzkammstrasse, algo así como la Carretera de la Cresta Fronteriza de Liguria. Los que la conocen la denominan, simplemente y llanamente, la LGKS.
Consiste en una pista de grava de 63 km de longitud entre Colla Melosa y Colla di Tenda, siguiendo, y cruzando varias veces, la actual línea fronteriza entre Francia e Italia y con gran parte del recorrido por encima de los 2.000 metros de altitud. Enlaza varios fuertes construidos entre 1880 y 1940 y se utilizó con bastante asiduidad durante la dictadura fascista de Mussolini.
En la Gran Guía de Carreteras Alpinas (Großen Alpenstraßenführer) publicada por Eduard Denzel en 1956 y que actualmente se encuentra en la 24ª edición a manos de su hijo Harald, la LGKS figura como una de las rutas más exigentes de todo el macizo de Los Alpes, con un grado de dificultad media de SG 3-4 y tramos con dificultad SG 4-5 (en la escala creada por el propio Denzel y que va desde SG1 para las carreteras más fáciles y SG5 para rutas realmente difíciles y peligrosas solo aptas para motos de campo y coches 4X4). Y como demuestra la siguiente foto, aveces las cosas no salen bien y tiene que intervenir el servicio de rescate local.
Aunque creo que las fotos pueden dar una idea bastante precisa sobre el nivel de conducción y la ausencia de vértigo necesarios para poder aventurarse con garantías por estas pistas militares alpinas, lo mejor será echarle un vistazo a los vídeos que inserto a continuación. No recorren solamente la LGKS sino también otras rutas de la zona. Y antes de que me abronquen en los comentarios, quiero dejar claro que me consta que no hace falta viajar hasta Los Alpes para encontrar pistas tan espectaculares y exigentes. En España también las hay. Y no digamos en Los Andes sudamericanos…
Los tres primeros, con los incombustibles Land Rover.
Los dos siguientes, para los que prefieran este tipo de recorridos en motos de enduro.
Vía: wikipedia | gs-enduro.de
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