El Buick Verano es el primer vehículo de dimensiones “compactas”, o turismo del segmento C, prácticamente desde que la marca de Michigan se centrase en las berlinas de tamaño medio y grande a finales de los años 80. Pero en estos tiempos que corren, en los que la crisis aún acecha a la vuelta de la esquina y los grandes grupos automovilísticos optan por compartir plataformas entre sus diferentes divisiones comerciales, General Motors ha decidido que Buick debe diversificar su gama de automóviles y aprovechar las plataformas de Opel/Vauxhall y la “nueva y global” Chevrolet.
La realidad es que más allá de que el Buick Verano sea una berlina media-compacta construida sobre la plataforma del Chevrolet Cruze, lo cierto es que este vehículo no es exactamente un producto pensado para el mercado norteamericano sino para China, aunque éste se vaya a comercializar también en Estados Unidos. Es precisamente en China donde Buick está lanzando modelos como el Excelle XT, un Opel Astra con ligeros cambios. Que la estrategia sea correcta o no, ya lo revelarán las cifras de ventas.
Más allá de los entresijos comerciales y la estrategia seguida por Buick y General Motors, el Buick Verano es una nueva berlina media cuya ingeniería ya está de sobra probada en el Chevrolet Cruze. El motor que se ofrecerá en su llegada a los concesionarios será un Ecotec 2.4 asociado a un cambio automático de seis velocidades, con aproximadamente 177 CV y 230 Nm de par máximo que se marca el 0 a 100 km/h en 8.0 segundos. Más tarde habrá un motor 2.0 Turbo más potente.
Donde Buick ha intentado aportar más de su personalidad y evidentemente de su enfoque premium es en la calidad de los acabados en el habitáculo y en los refuerzos de la insonorización y el diseño de las llantas de 17” para reducir los ruidos que se filtran al habitáculo procedentes del motor, el roce aerodinámico y el roce con el asfalto.
Vía: Buick
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