No hay mucho que contar que no sepamos de la fibra de carbono, un material que ofrece una rigidez excelente con un peso mucho más bajo del que registraría una pieza metálica similar. Estas características han hecho que sea un material fundamental en la industria aeronáutica, y en los últimos años cada vez se está generalizando más en la automoción. En los próximos años es muy probable que deje de ser exclusividad de modelos exclusivos para pasar a estar presenta en coches más convencionales.
Mercedes es plenamente consciente de ellos y por ello ha decidido aliarse con Toray, una empresa química japonesa muy reputada. Ambas partes han establecido una joint-venture con sede en Alemania, aunque la mayoría de la participación es de Toray (50.1% de Toray, 44.9% de Daimler y el 5% restante de otros inversores privados). La compañía nace con la intención de diseñar y comercializar piezas de plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP por sus siglas en inglés).
El pasado mes de marzo ya habían firmado un acuerdo por el cual Toray se comprometía a desarrollar las técnicas de moldeado de las piezas de CFRP, mientras que Mercedes se encargó del diseño de las piezas y los métodos de ensamblaje de las mismas. El resultado principal de esto es la consecución de la tecnología Short Cycle Resin Transfer Molding, que la nueva compañía fundada comenzará a fabricar a partir de 2012 para montar piezas de fibra de carbono en modelos Mercedes.
Este movimiento se presenta clave para Mercedes, ya que se ha establecido el ambicioso objetivo de rebajar el peso de sus coches en un 10% en los próximos años de cara a reducir los consumos y las emisiones medias de su gama. Aseguran que su estrategia es utilizar el material adecuado en el lugar adecuado, y ahí la fibra de carbono tiene mucho que ver. A la hora de buscarse un aliado no han sido tontos, ya que Toray es el mayor fabricante de piezas de CFRP de todo el mundo.
No es la primera vez que un fabricante de coches establece una rama especializada en este preciado material, ni seguramente sea la última. Mismamente, Lamborghini puso en marcha hace un par de años una idea similar consistente en establecer un laboratorio en la Universidad de Washington en el que, junto con la propia Universidad y la compañía Boeing, investigarían sobre la aplicación en masa del material en la automoción. Los resultados de esta alianza los veremos en el Lamborghini Aventador LP700-4, que será desvelado en unas semanas.
Vía: Daimler
Fotografías: ktpupp | dpitMedia | Mercedes
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