El coche es americano, un clásico modernizado. El preparador es alemán, un completo desconocido al menos para mi persona. La suma de las dos cosas se llama The Black Cat, un gato negro en forma de Chevrolet Camaro SS que realmente conserva la esencia de “musculitos”.
FELGE se centra más que nada en el corazón de combustión del Camaro SS pero también tiene un hueco para cambiar su aspecto de un solo “zarpazo”. El gato negro se asienta sobre unas patitas nada despreciables con la suma de unas considerables llantas de aleación cromadas de 22”, que me suenan de algún que otro Hummer, y unos neumáticos que alcanzan los 295/25 R22. Una suspensión rebajada H&R de tipo coil-over ayuda a esa imagen de coche pegado al suelo.
Por menos de 9.000 euros alemanes se le puede sacar más provecho al motor V8 de 6.2 litros. 432 CV en su formato atmosférico parecen quedarse excesivamente cortos para el cliente exigente pero con la ayuda de un kit con compresor la salida orgánica del ocho cilindros asciende hasta los 625 CV, imagino que con un suculento par máximo del que no sabemos su cifra exactamente. Un sistema de escape de acero inoxidable ayuda a profundizar el sonido del motor.
Vía: Zercustoms
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