Ya no puedo repetir más de lo “para gustos colores y los míos los mejores“. Hay gustos de todo tipo pero algunos pueden provocar el dolor visual de la mayoría así que los podemos considerar como “fallidos”, siendo benévolos con el adjetivo. El dueño de este Nissan Silvia Coupé, también conocido como 240SX, no debía de estar muy contento de su aspecto o le pareció que su aspecto era ya demasiado “clasico”.
Así que tiró de manitas, material plástico barato, faros tomados de un desgüace y unas buenas horas de su tiempo (o el de un taller, no nos lo detallan) para hacerle unos cuantos apaños arreglos. Lo primero que se cargó fue el frontal, del clásico “noventero” a una copia clavada de la cara del Nissan 350Z, faros incluídos. Para lograr un mayor parecido la anchura de la parte anterior crece notablemente.
Obviando por el momento las llantas, fuera de las que traía de serie el 240SX, la parte de atrás es otro mar de confusión inter-marca o decisión personal “curiosa”, según se mire. Los faros que aparecen en la zaga seguro que os suenan de bastante. El toque alemán llega con las ópticas robadas a un Mercedes y a partir de ahí empiezo a hacerme unas cuantas preguntas que, me parece, no tendrán respuesta.
¿Su dueño pretende simular que tiene un precioso Mercedes coupé? ¿Alguien sería capaz de pensar que es un Nissan 350Z viéndolo al completo? En fin, “cada loco con su tema” como diría mi madre. Creo que hasta podría mirar para él si le quitara esa combinación de llantas plateadas y azules.
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