Los accesos a Barcelona, al menos en lo que se refiere a las principales arterias de comunicación por asfalto, contaban hasta ahora con una limitación a 80 Km/h. Básicamente se estableció bajo dos premisas, reducir la siniestralidad y recortar la contaminación que en Barcelona supera los límites impuestos por la Unión Europea.
El nuevo gobierno de Cataluña da marcha atrás a medias para cumplir una promesa electoral y por ello el límite a 80 Km/h desaparece de la mayor parte de estas vías, 53,7 Km de un total de 78 Km, para incrementarse hasta los 100 o 120 Km/h según el trayecto. Los casi 25 Km restantes mantendrán la limitación puesto que son los más cercanos al centro de la ciudad condal. Esta “deslimitación” se irá produciendo paulatinamente hasta el mes de marzo.
Con este cumplimiento parcial de una promesa realizada por el partido mayoritario antes de las elecciones se da media vuelta respecto a una medida, datada del 2007, que por pocos ha sido aceptado como adecuado. Desde el Govern afirman que no está claro que la polución relacionada con la circulación por estas vías se haya reducido tras la aplicación del límite. Respecto a la siniestralidad hay una caída desde el 2007 pero ha sido generalizada con respecto al resto de vías catalanas.
Progresivamente se irá implantando el sistema de velocidad variable, la alternativa del RACC al límite fijo que imperaba hasta ahora, por lo que según las circunstancias de la vía, las del tráfico y las climatológicas se variará el límite impuesto que se mostrará en una serie de paneles. Parece un sistema más lógico que la limitación fija sobre todo porque “obliga” a adecuar la velocidad a las circunstancias, algo que se debería practicar nada más salir de la autoescuela.
Por supuesto en estos tramos habrá radares que multarán según el límite variable. La eliminación y el cambio a límites variables no son fijos dado que el Govern ha establecido una revisión de la medida tras tres y seis meses para evaluar su impacto en dos vertientes principales, por un lado el impacto ecológico existente y por otro lado la congestión del tráfico.
¿Es esta medida la adecuada? ¿Mejor un límite variable, adecuado a las circustancias, que un límite fijo? En principio parece que sí. ¿Y no sería mejor un límite más elevado pero tras años de una mejor educación vial y mejoras en los vías de circulación?
Gracias a Xose por la pista.
Vía: Catalunyapress | ABC
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