Éste podría ser perfectamente uno de los Porsche 911 clásicos tuneados más extraños que hayamos visto hasta la fecha. Se trata de una de esas creaciones que dividiría al personal entre los que la aman y los que la odian. Y es que definitivamente recuperar a todo un coupé deportivo clásico de finales de los años 60 como éste, para rebajar sus suspensiones hasta prácticamente rozar el suelo, es sin duda una modificación cuanto menos polémica.
Se trata de un Porsche 911 de 1968 que cayó en las manos de un taller californiano dedicado a vehículos Volkswagen. La unidad que adquirieron carecía de motor, por lo que sus propietarios decidieron implantarle un económico motor de 1.776 cm3 de un Volkswagen Bettle y la transmisión de una vieja furgoneta Volkswagen Bus. Aún así la preparación más chocante sigue siendo la de las suspensiones rebajadas.
Para lograr que la base de este Porsche 911 se mueva a apenas unos centímetros del asfalto, se diseñó un chasis completamente nuevo y más ligero que el original. En la carrocería también hubo cambios para adaptarse a su nueva condición de deportivo extremadamente rebajado y mantener el habitáculo a una altura aceptable. Aparentemente mantiene unas llantas originales, o una copia de éstas, pintadas de blanco y calzando neumáticos de perfil bajo.
Por si no teníamos suficiente con todas estas modificaciones, démosle un vistazo a la carrocería. El acabado de pintura azul con desperfectos propios de la edad de un deportivo cuarentón como éste no se deben al paso del tiempo, sino a un trabajo de pintura específico y posterior a su preparación para darle un toque vintage y fingir que mantiene su pintura original. En el habitáculo también hubo modificaciones para sustituir algunos de los paneles originales y mejorar su insonorización.
En resumen. ¿Te gusta o lo odias?
Vía: Jalopnik | eBay
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