En el Salón de Ginebra de 2009, la empresa de ingeniería automovilística EDAG presentó un prototipo denominado EDAG Light Car con el que querían mostrar su visión acerca del futuro de los coches. Dos años después, desvelarán en el mismo Salón una actualización de ese mismo concept denominada Light Car Sharing, que como su propio nombre indica está pensada para compartir el coche.
Bajo un diseño muy conceptual, nos encontramos una especie de monovolumen de pequeño tamaño con un aspecto muy similar al del Nissan Cube. Está pensado exclusivamente como medio de transporte, para aquellos que no busquen nada más que un vehículo que le mueva de un punto a otro. EDAG asegura que un 80% de los jóvenes menores de 29 años no necesita coche propio para sus traslados, y por ello proponen para estas personas lo que denominan un nuevo concepto de transporte.
Aunque su longitud es reducida, cuenta con seis plazas aprovechables para que hasta seis personas puedan desplazarse al mismo tiempo a su lugar de trabajo sin necesidad de poseer coche propio. Es más, en las imágenes aparece bien claro el mensaje “rent me!” (¡alquílame!), ya que no está pensado para ser un coche privado. De hecho, aseguran que para su diseño se han centrado exclusivamente en el buen manejo del coche, sin centrarse en lujos o elementos superfluos.
Internet es un punto clave de este prototipo. En el universo EDAG, si en un futuro se estableciera una red de vehículos de alquiler como éste, todos ellos estarían conectados a la red y, mediante localización por GPS, cualquier persona podría saber dónde está situado el vehículo y reservarlo. No es la primera vez ni la última que vemos algo similar, ¿será realmente ésta la movilidad del futuro?
Para propulsar al vehículo, la compañía sigue la “moda” de los últimos tiempos y ha optado por incluir un motor eléctrico. No han comunicado sus características, pero dicen que su velocidad máxima sería de 100 km/h y la autonomía alcanzaría los 100 km. Son cifras modestas pero que podrían significar robustez en la motorización, ya que son conscientes de que el precio de un coche eléctrico es elevado y han intentado que el coste sea lo más bajo posible.
En definitiva, se trata de una buena opción de cara al futuro, aunque todo suena todavía muy lejano. La estética del coche es completamente futurista y las soluciones que plantean aún son muy minoritarias, aunque puede que en pocos años cada vez esté más generalizado.
Vía: Car Session
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