El Audi A3 Concept es una de las estrellas de la marca de los cuatro aros en el Salón de Ginebra. Además de ser la base sobre la que se sustentará la nueva generación del Audi A3 de producción, su carrocería de tres volúmenes también debería incorporarse como novedad a la gama teniendo como principal objetivo mercados como China o Estados Unidos, donde este tipo de modelos tienen gran aceptación.
Pese a ser tan sólo un prototipo, es evidente que no está muy lejos de lo que podríamos ver en la calle, salvo por algún que otro pequeño exceso de diseño típico de cualquier prototipo de exhibición. Sedán, cuatro puertas y cuatro plazas con dimensiones bastante contenidas para lo que se estila actualmente son algunas de sus credenciales, junto a un diseño típico de la marca, ligeramente evolucionado pero fácilmente identificable.
Con 4.44 metros de longitud, 1.84 metros de anchura y 1.39 metros de altura, las dimensiones exteriores son bastante armoniosas, y lejos de las berlinas actuales cada vez más grandes. La distancia entre ejes también crece unos centímetros respecto a la del actual A3, quedándose en 2.63 metros, lo cual debiera proporcionar una habitabilidad razonablemente buena, mientras que el volumen de su maletero es de 410 litros.
Su peso es de 1.540 Kg, lo cual no está mal pero tampoco parece un peso pluma, teniendo en cuenta sus reducidas dimensiones. Para no elevar más este peso, han recurrido a soluciones como la chapa de distinto grosor para el piso y aluminio para fabricar puertas, capó delantero y portón de maletero, sin tener que renunciar a una elevada rigidez estructural.
En lo relativo a su diseño, y tratándose de Audi, no podíamos dejar de hablar de su nueva parrilla Singleframe, con marco fabricado en CFRP (plástico reforzado con fibra de carbono) y unas ópticas frontales en las que las luces LED destacan sobre todo lo demás. También aparece aluminio en retrovisores y manillas de las puertas.
No esperemos muchos cambios en su diseño exterior cuando veamos el nuevo A3, porque al menos el frontal debería conservarse sin demasiado cambios. Su perfil lateral es relativamente dinámico y deportivo, aunque siguiendo la tradición de la marca, tampoco sorprende. El interior sí es más típico de concept car, aunque probablemente las líneas básicas en salpicadero o consola central también se conserven.
Algunos de los elementos más destacados de su interior o elementos de equipamiento y diseño son precisamente los cuatro difusores de aire redondos, las inserciones de aluminio, el volante de tres radios o la pantalla multifunción de 8 pulgadas, junto al sistema multimedia MMI, ahora táctil. Cuenta con conexión a internet UMTS, WiFi para los dispositivos de los ocupantes y servicios Google.
Su motor es el ya conocido 2.5 TFSI de 5 cilindros, que anuncia 408 CV y supone un paso más allá sobre el mismo bloque con 340 CV de los Audi RS3 Sportback o Audi TT RS. Cuenta con un par máximo de 500 Nm, que se entrega de forma constante entre las 1.600 y las 5.300 rpm, y la transmisión es S tronic de 7 relaciones, con tracción integral quattro.
¿Prestaciones? Bastante interesantes: velocidad máxima limitada a 250 Km/h y aceleración de 0 a 100 Km/h en 4.1 segundos, con un consumo medio homologado de 9.1 litros/100 Km y unas emisiones de CO2 de 212 gramos por kilómetro. ¿Veremos pronto este motor en algún modelo de producción de la casa de Ingolstadt?
Vía: Audi
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