Una de las primicias del Salón de Ginebra no estaba entre las grandes marcas que copan el mercado sino en la vuelta de una conocida anteriormente: De Tomaso. Habíamos visto ya un adelanto completo del prototipo SLS y en Ginebra se ha presentado a la grande con su nombre final: De Tomaso DeAuville.
Tras este bonito nombre francés se esconde esta arriesgada apuesta de De Tomaso, y digo arriesgada siendo un poco magnánimo. En el paso este nombre acompañó a grandes superdeportivos artesanales y ahora que ha sido recuperada de la nada comienza su nueva etapa asociándose a un modelo que mezcla berlina y SUV con un aire de lujo y potencia bajo el capó. Potencia para un coche.
El coche en sí ofrece una figura que depende totalmente de gustos y desde luego no escatima en una calidad muy buena en todo lo que se toca dentro del coche: tapizados en piel, más cuero para los recubrimientos, etc. Esa es la parte más agradable del coche y la que valorará quien decida comprárselo. Ninguna queja en ese apartado.
La motorización con la que se presenta es el V6 de 2.8 litros turboalimentado con 300 CV – proveniente de General Motors, por si os suena del Insignia OPC – , tracción a las cuatro ruedas y cambio automático de seis marchas. Promete superar los 250 Km/h y unas prestaciones que no serán para tirar cohetes, entre otras cosas porque pesa 1.9 toneladas en vacío.
El precio con el que parte el De Tomaso DeAuville es de 89.000 euros y posiblemente sea demasiado para lo que significa el coche, para lo que significa colocar el nombre De Tomaso a un coche para ricos pero sin ningún tratamiento deportivo. ¿Qué os parece a vosotros? ¿Acierto en búsqueda de la expansión económica o equivocación con el arranque de la nueva marca?
Más datos técnicos:
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