La principal novedad de Renault en el Salón de Ginebra no es ningún modelo de producción sino un prototipo denominado Renault R-Space. Su nombre denota que estamos ante un monovolumen, y efectivamente se trata de un concept que podría servir de adelanto al estilo de un futuro lanzamiento de Renault para este segmento. Podría pensarse que es el reemplazo del actual Renault Espace, pero no es así puesto que este R-Space sólo mide 4.26 metros.
Por tanto, hablamos de la interpretación de un monovolumen de tamaño pequeño, que en el mercado actual rivalizaría directamente con el Opel Meriva. En la gama actual de la firma del rombo, quedaría encuadrado entre el pequeño Renault Gran Modus (poco más de cuatro metros) y el Renault Scenic, cuya batalla corta parte de los 4.35 metros. Pero esto no es lo más importante, sino que hay que fijarse en su diseño, que según Renault es el estilo que seguirán los próximos lanzamientos de la marca.
Aunque el aspecto es puramente conceptual, podemos sonsacar varios detalles que podríamos ver en los futuros modelos de Renault. Para empezar, vemos un nuevo estilo en la parrilla frontal, donde el rombo gana más protagonismo y las entradas de aire se sitúan muy elevadas. De la zona lateral poco se puede rescatar, ya que las extrañas formas de las puertas no se corresponderán con ningún coche de producción, mientras que en la zaga nos encontramos algo más convencional, con un diseño atractivo pero algo pesado.
Del interior tampoco podemos destacar nada que sea interesante. Al igual que ocurre con muchos otros prototipos de monovolúmenes, vemos que el habitáculo está pensado para ofrecer el máximo volumen libre disponible, aunque los asientos parezcan sacados de otro planeta y la consola central recuerde a un videojuego. Las puertas traseras son de apertura opuesta, un detalle que también podría haber sido conceptual hace años pero que ya no lo es tanto después de que hayan aparecido en el nuevo Meriva.
La motorización sí que resulta muy interesante. No han optado por montar el típico motor eléctrico que “impone” las modas actuales, sino que incorpora un motor tricilíndrico de gasolina, de 900 centímetros cúbicos de cilindrada y turboalimentado que genera 110 CV y un par máximo de 110 Nm. Viene equipado con start&stop y otras medidas de ahorro, gracias a lo cual se consigue un consumo de sólo 3.7 l/100 km, acompañado de unas emisiones de CO2 de 95 g/km.
Se trata de un motor que tiene mucho futuro, y probablemente en muy poco tiempo lo veamos en los coches de calle. Por lo demás, puede que este Renault R-Space dé pie a un modelo de producción nuevo o que tan sólo sea un ejercicio de diseño que muestre el camino de los próximos modelos de la marca. En todo caso, habrá que tenerlo en cuenta para conocer el devenir de la marca en un futuro a corto-medio plazo
Vía: Renault
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