Ayer os introducíamos al Volkswagen Golf BlueMotion. Basado en la actual generación del compacto alemán, hemos visto que equipa un conjunto de soluciones técnicas y aerodinámicas para reducir el consumo, sin recurrir a propulsión alternativa o hibridación, que no debemos confundir con el Stop&Start, una solución denominada microhíbrida. En teoría nuestra unidad es capaz de alcanzar un consumo medio de 3.8 l/100 km, mientras que en ciclo extraurbano debería bajar a 3.4 l/100 km.
Eso habrá que comprobarlo, así que ponemos en marcha el 1.6 TDI de 105 CV. En el Golf es sorprendentemente silencioso y muy poco rumoroso, aunque tiene un sonido en marcha que me recuerda mucho al antiguo 1.9 TDI. En primer lugar, nuestro ciclo extraurbano habitual, que por tratarse de un ciclo extraurbano detallaremos más de lo habitual. Normalmente consiste en un recorrido Getafe-Gijón, subiendo los puertos de Guadarrama y Pajares, evitando los peajes de la A-6, pero rodando unos 300 km de autopista.
Pongo todos los valores del ordenador de a bordo a cero y salgo de Getafe con el depósito de combustible lleno. Empiezo por la M-45, paso a la M-503 y a la M-50, siempre cumpliendo los límites de velocidad de marcador. Al llegar a la A-6 tomo la salida hacia el puerto de Guadarrama y comienzo el ascenso. No lo subo a cuchillo, pero sí lo subo con cierta ligereza sin cortarme con al acelerador. La bajada por la vertiente segoviana se hace a una temperatura correcta y velocidades normales.
Posteriormente abordo la N-VI hasta la localidad de Adanero, el límite de velocidad es 100 km/h en la mayor parte del recorrido y pasa por varios pueblos limitados a 50 km/h. A las horas a las que he tomado esta ruta, pronto en la mañana de un sábado no tengo problema alguno de tráfico. A medida que voy haciendo mi recorrido empiezo a apreciar algunos detalles del Volkswagen Golf BlueMotion. Uno de los más notables es la selección de desarrollos de la caja de cambios.
Son todos bastante largos, especialmente la cuarta y la quinta. El problema no son los 42 km/h por cada 1.000 rpm en cuarta, el problema es el salto entre la cuarta y la quinta, que tiene nada menos que 54.8 km/h por cada 1.000 rpm. La práctica y mi experiencia desaconseja meter la quinta a menos de 95 km/h a no ser que llaneemos sin pedir esfuerzo al motor, pues el régimen del motor puede caer a unas 1.300 rpm, una zona en la que se producen vibraciones bastante molestas.
Aunque muchas veces el indicador de cambio de marcha nos manda subir hasta la quinta a menos de 90 km/h, notamos que el motor no rueda cómodo, vibra y en ocasiones el consumo es menor en cuarta a punta de gas. Sobre la quinta relación, nos viene bien para circular a unos 100 km/h, ya que el motor se mueve a unas 1.600 rpm, pero si pedimos un adelantamiento o recuperación fuerte, o bajamos una marcha o nos vamos a eternizar en la maniobra, con el descenso en seguridad correspondiente.
Lo que quiero decir es que el Golf BlueMotion necesita una sexta marcha y una quinta más corta que la actual, demasiado larga en ciertas circunstancias. Llego a la autopista A-6 y sitúo el control de velocidad a cerca de 130 km/h, para evitar problemas con los radares. Con el nuevo límite a 110 km/h no podré replicar mis ciclos de consumo, cuyas cifras deberían descender en un 4-5% según mis cálculos. A dicha velocidad, el motor gira despacio pero en su zona de par máximo, a unas 2.200 rpm
Con el control de velocidad, circulo hasta León, donde me desvío por la ronda hacia la N-630. Llaneo a un límite de 90-100 km/h hasta que me adento en la Cordillera Cantábrica, donde empiezan las cuestas, siempre relativamente suaves y atravesando muchas pequeñas localidades. A 90 km/h se me presenta un problema de elección, ¿cuarta o quinta? Voy variando de marcha en función de las pendientes y la carretera, cuarta para ascender y quinta para llanear y bajar. Corono el puerto de Pajares y comienzo el descenso hacia Asturias.
Es un descenso de unos 20 km en los que el motor sólo retiene mientras que frenamos, bajamos todo el puerto casi en consumo 0.0 l/100 km. Al llegar abajo del puerto tomamos la A-66 y de nuevo a 130 km/h de marcador hasta llegar a Gijón, salvando tramos limitados en la ronda de circunvalación de Oviedo y ciertas localidades precedente. El total ha supuesto 512.5 km, a una velocidad media de unos 100 km/h y cinco horas veinte minutos de viaje. El consumo medio ha sido de 5.2 l/100 km.
Durante mi fin de semana en Gijón hago una pequeña prueba de consumo urbano por el centro de la ciudad, 10 km con arranque en frío y muchos semáforos. El sistema Stop&Start hace gala de un buen funcionamiento, a la hora de detener el motor nada brusco y rápido en el encendido. Puede estar varios minutos desconectado, aunque sólo cuando el motor alcanza una temperatura mínima. Haciendo caso a las recomendaciones de marcha el consumo registrado ha sido de 5.7 l/100 km.
Tras mi paso por Gijón vuelvo a Getafe, haciendo el recorrido extraurbano a la inversa y obteniendo exactamente la misma cifra de consumo. Una vez en Madrid, concluyo la prueba de consumo con varios recorridos a unos 100 km/h por la M-40 y M-45, en diferentes direcciones, obteniendo una media combinada de consumo de 4.7 l/100 km, aunque he visto medias parciales de 4.3 l/100 km, 4.6 l/100 km y 5.3 l/100 km, según tráfico, orografía y condiciones climatológicas.
Haciendo conducción eficiente en un pequeño recorrido desde el norte de Getafe hasta un centro comercial del sur de la localidad logré una media de 4.1 l/100 km, siendo cuidadoso y metódico, en un tipo de conducción que requiere de bastante concentración. Como podéis ver, es casi imposible lograr los consumos de ficha pero sí medias que en muy pocos casos superan los 6 l/100 km y se mueven con facilidad en torno a los cinco litros a los 100 km sin mucho esfuerzo.
Su autonomía supera los 1.000 km sin esfuerzo, de hecho, la reserva me saltó a los 1.086 km, y con aún 100 km de autonomía restantes. Apurando mucho el tanque se podrían haber hecho cerca de 1.200 km. Y ahora viene la pregunta clave.
¿Merece la pena el Golf BlueMotion?
Pues en primer lugar, tenemos que ver si hacemos muchos kilómetros, y qué tipos de kilómetros son. En ciudad, el consumo va a ser prácticamente idéntico al de un Golf BlueMotion Technology 1.6 TDI, 700€ más barato y su principal rival de ventas. Las ventajas para el BlueMotion de pata negra se centran en el ciclo extraurbano, donde en circunstancias reales de tráfico podría ahorrar unos 0.2-0.3 l/100 km sobre el BlueMotion Tecnhology, gracias a unos desarrollos más largos y la mejor aerodinámica.
Con respecto al confort, puede que el BMT sea algo más cómodo debido a que su suspensión tiene un tarado más confortable y lleva una menor presión en los neumáticos, que hace que el BlueMotion vaya algo más duro, aunque sin perder aplomo y calidad de marcha. A nivel de equipamiento no hay diferencias entre el Advance y BlueMotion, a excepción de los asientos, mejores acabados puntuales en el BlueMotion y la inexplicable pérdida de alfombrillas de serie en el ahorrador.
Sin embargo, como habíamos comentado, la lista de opciones es muy limitada en el BlueMotion, punto en el que el Advance BlueMotion Technology gana por goleada. Con respecto a su amortización, un BlueMotion se rentabiliza de manera teórica en 180.000 km, con una amortización más rápida si somos animales de autovía en la mayor parte de nuestro kilometraje o activamente realizamos conducción eficiente. Para muchos conductores puede suponer un plazo de amortización demasiado largo.
Posibles rivales
Para empezar, está el Toyota Auris HSD, que aún siendo de gasolina tiene una tecnología híbrida que permite un consumo medio de 3.8 l/100 km. Lo hemos recientemente probado y ya os adelantamos que no es una filosofía comparable a la del BlueMotion. Mientras el Golf sobresale en recorridos extraurbanos, el Auris flojea a velocidades elevadas constantes y saca pecho en ciudad y ciclos mixtos con consumos impresionantes. Realmente, sus rivales más fuertes están en su propia casa.
Y son los Seat León Ecomotive y Audi A3 1.6 TDIe, ambos con el mismo consumo homologado, aunque 0.1 l/100 km superior en el Audi. Son más barato y más caro respectivamente, aunque cabría pensar que el Seat puede consumir ligeramente más por un Cx ligerísimamente superior y unas relaciones de cambio lígerísimamente más cortas. Sin embargo, ambos tienen una política de equipamiento menos cerrada, con más opciones a elegir, lo que termina por limitar en parte al Golf.
Y muy pocos compactos con consumos comparables y carácter deliberadamente ahorrador encontramos en el mercado. Citroën y Ford aún no han lanzado versiones de bajo consumo de sus C4 y Focus y Opel tiene su Astra 1.3 CDTI ecoFLEX, pero con 95 CV y su cilindrada es un vehículo flojo en prestaciones, no está al nivel del trío VAG. El que sí está a su nivel, aunque a un precio 1.500€ más caro que el Golf es el Volvo C30 1.6D DRIVe, dotado de un motor 1.6 turbodiésel con 115 CV de potencia.
Consume la misma cantidad de combustible, es un vehículo más exclusivo y cuenta con un conjunto de medidas aerodinámicas para reducir su consumo. También permite una personalización extensiva, y tendríamos que comprobar su consumo en condiciones reales. Como conclusiones, el Golf BlueMotion es un coche capaz de lograr consumos muy contenidos, posiblemente de los más bajos del mercado, pero que sólo compensa para mucho kilometraje y un tipo de cliente especial, que quizá seas tú.
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