Uno de los temas más recurrentes de los últimos tiempos en el sector de la automoción es la alianza entre Fiat y Chrysler, que está dando resultados muy curiosos. Si hace unas semanas ya nos entró el miedo en el cuerpo con el Fiat Freemont, el Salón de Ginebra ha confirmado la hecatombe de Lancia al convertirse en una especia de filial europea de la marca Chrysler. Y parece que aún hay carrete para más si nos fiamos de los rumores aparecidos estos días.
Uno de los puntales de este nuevo grupo italoamericano será Jeep, para la cual Sergio Marchionne tiene ambiciosos planes de expansión. El primer paso ya lo estamos viendo con la renovación al alza de sus productos, como el Jeep Grand Cherokee o el Jeep Compass. Pero hay más, puesto que pretenden ampliar su catálogo con más modelos, aunque sin perder su tradición de fabricar sólo todoterrenos. Y el objetivo es ampliar la gama por abajo, es decir, ofrecer un modelo más pequeño y asequible que el Jeep Wrangler.
El CEO de Jeep ha confirmado que hay cabida para un modelo que compita en el segmento B de los todoterrenos/SUV, es decir, un coche que rivalizaría con modelos como el Nissan Juke o el Mini Countryman, pero también creen que podría robar ventas a coches más pequeños como el Audi A1 o el Mini a secas. Cuesta difícil imaginarse un Jeep de un tamaño tan compacto, pero parece ser que la idea es firme y que en pocos meses podría haber novedades.
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En el desarrollo de este modelo tiene una importancia crucial Fiat, que tiene mucha más experiencia en coches pequeños. Para empezar, este hipotético miniJeep estaría basado en la plataforma del actual Fiat Punto Evo, por lo que cabe esperar un coche de longitud cercana a los cuatro metros, seguramente algo más. La cosa no sería tan fácil como poner una nueva carrocería encima, sino que tendrían que modificar el chasis para incorporar tracción total, algo sagrado en Jeep.
La mano italiana no se queda aquí, ya que también serán los encargados de suministrar los motores diésel que montará el modelo. sus pretensiones no son muy elevadas, por lo que se especula con que Fiat ofrecerá sus bloques Multijet de 1.3 y 1.6 litros de cilindrada, por lo que la potencia máxima quedaría limitada a unos 130 CV. Más allá de esto, también quieren ofrecer grandes opciones de personalización, algo muy de moda en el segmento en el que pretenden competir. Hablamos de pegatinas, pinturas especiales, etc…
Todo esto suena muy bonito, pero dudo mucho si la filosofía de Jeep se corresponde con este aire de exclusividad que quieren imprimir a este modelo que plantean. En el seno de la marca son ambiciosos y pretenden que el coche sea un éxito no sólo en Europa sino también en EEUU, donde estos coches son más minoritarios. De momento son pensamientos en voz alta del CEO de Jeep, pero puede que en unos meses veamos alguna novedad a este respecto.
Vía: WCF
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