Cuando se conoció la alianza entre Chrysler y Fiat hace cerca de dos años, parecía claro que Chrysler LLC sería el grupo sumiso, liderado por una creciente Fiat. Es por ello que sorprenden los numerosos rumores que llevan corriendo desde entonces que aseguraban que Fiat podría abandonar Italia para llevarse su sede a EEUU, algo que supuestamente favorecería los planes de expansión de este gigante.
La situación estaba bastante calmada ya que Sergio Marchionne, el CEO del grupo, está más ocupado en sacar adelante las diferentes marcas que en definir las estrategias a medio plazo. Sin embargo, a finales del mes pasado el tema del cambio de país saltó a la palestra después de que el propio Marchionne dejara caer en una conferencia que estaban sopesando fusionar definitivamente ambos grupos y trasladar la sede a EEUU, presumiblemente a la icónica Detroit.
Tal y como le gusta a Marchionne, que es todo un imán de trifulcas, estas palabras desataron una airada reacción en Italia, donde tuvo que intervenir John Elkann (presidente de la marca Fiat, miembro de la familia Agnelli) para dejar claro que no tenían ninguna intención de abandonar el país. La cosa fue tan serie que el CEO de Fiat-Chrysler se reunió con Silvio Berlusconi y otros políticos para confirmarles que no se irán de Italia…de momento.
Marchionne dejó caer que hasta 2014 no tomarán una decisión definitiva, pero ya ha dejado varias alertas sobre la situación de Fiat en Italia. No en vano, allá por el mes de octubre ya vimos las primeras amenazas de abandono, justificadas por la baja productividad que registran las fábricas del país. Esas quejas son siguen plenamente vigentes, pero además ha unido a su discurso la falta de apoyo económico que el grupo recibe del Gobierno.
Las palabras literales pronunciadas por Marchionne han sido las siguientes: ” El país donde tienes tu sede es donde tienes que pagar impuestos. Si pago un 70% de impuestos en Italia y un 30% en EEUU, es obvio a dónde nos iremos”. Claridad meridiana; con estas palabras queda claro que exigen un mejor tratamiento fiscal a la hora de ofrecer garantías de quedarse definitivamente en Italia.
¿Quién se imagina que marcas como Alfa Romeo, Ferrari, Lancia, Fiat, Alfa Romeo o Maserati tuvieran la sede en EEUU? Sinceramente, lo veo imposible, así que tanto el grupo automotriz como las autoridades italianas están obligadas a entenderse. Por ahora, los primeros exigen un aumento de la productividad no sólo en sus fábricas sino en toda Italia, y también el citado tratamiento fiscal favorable. ¿Quién dará el brazo a torcer antes?
Fuente: CarScoop
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